INSOPORTABLE. Los vecinos a diario soportan el mal olor que desprende la quebrada por donde fluyen aguas servidas de los barrios ubicados alrededor de la parada a Ravelo.
VECINOS PIDEN A LA ALCALDÍA QUE CONCLUYA LOS 200 METROS LINEALES DE POTEADO QUE FALTA
Matusalén en medio del mal olor
Matusalén en medio del mal olor
Actualmente se construye un tramo de poteado de unos 40 metros lineales y, al paso que va, el resto se podría acabar en cinco años
César Vale
El mal olor que desprende una quebrada por donde fluyen aguas servidas no deja vivir tranquilos a los vecinos del barrio Matusalén, ubicado en la zona de Yurac Yurac, por lo que exigen a la Subalcaldía del Distrito 3 que avance en las obras que actualmente encara y que complete el tramo restante.
Las aguas servidas que generan varios barrios ubicados alrededor de la parada a Ravelo pasan por el barrio Matusalén, en cuyo sector hay un tramo de unos 200 metros lineales que aún no están cubiertos, consecuentemente los olores nauseabundos ingresan a las viviendas.
“Queremos que se termine el poteado, el olor es muy fuerte porque vienen a botar basura y dejar perros muertos. Mis hijos se han enfermado con diarrea, uno ha estado más de medio año enfermo y el médico me ha dicho que es por esta suciedad”, contó la vecina Emiliana Nina.
En los últimos años, la Municipalidad avanzó lentamente en la construcción del poteado, el tramo en actual construcción no supera los 40 metros lineales debido a la disputa entre los barrios por el presupuesto asignado a la Subalcaldía, lo que hace suponer que si se ejecuta un tramo similar cada año, la obras se concluirán dentro de cinco años.
El barrio no es tan antiguo como el nombre que lleva, pero hay vecinos como Cipriana Chojllu, que viven en la zona hace más de tres décadas y aseguran que no hubo muchas mejoras; en cambio sí aumentó la contaminación de la aguas, ya que antes por la quebrada corría agua limpia y podían utilizar para lavar su ropa, incluso cocinar.
“Yo me vine de Tomoyo (Potolo) hace más de 30 años para hacer estudiar a mis hijos; ellos han estudiado y se han ido a otros departamentos y yo me he quedado sola, aunque siempre vienen a visitarme”, contó la anciana, al señalar que los malos olores se sienten con mayor intensidad a la hora del almuerzo, especialmente en la temporada de verano.
El vecindario, en su mayoría está compuesto por migrantes de las comunidades aledañas a Potolo y Ravelo, quienes hace varias décadas llegaron a Sucre en busca de mejores oportunidades de trabajo; sin embargo, no encontraron el apoyo necesario de las autoridades municipales.
“Nos hemos comprado lotes por este sector porque no teníamos dinero para comprar más por el centro. A mucha insistencia hemos conseguido que nos pongan agua, luz y alcantarillado; ahora estamos pidiendo que terminen el poteado, luego que rellenen y se pavimenten las calles”, manifestó Aurelio Villanueva.
La ausencia de calles pavimentadas hace que los vecinos tengan que caminar varias cuadras para tomar el transporte público, los más damnificados son los niños que terminan empapados de barro cuando van a clases en temporada de lluvias.
“Sufrimos mucho porque no vienen ni los carros que distribuyen el gas y tenemos que cargar las garrafas por lo menos unas tres cuadras”, lamentó la vecina Benigna Díaz, al señalar que una de las ventajas de vivir en esa zona es que no hay problemas de seguridad ciudadana.
CONCLUYEN EL TRAMO ACTUAL
NO HAY PRESUPUESTO PARA NUEVO TRAMO DE POTEADO
Desde la Subalcaldía del Distrito 3 informaron que el actual tramo de unos 40 metros lineales de embovedado está en la fase final de construcción y que será entregado en los próximos días; sin embargo, señalaron que el tramo de unos 200 metros lineales aún no tiene presupuesto debido a que requiere de una inversión de aproximadamente un millón de bolivianos.
“Ese tramo, aún no está inscrito en el POA porque si hacemos los 200 metros nos va a salir cerca de un millón de bolivianos, seguramente vamos a seguir por tramos de acuerdo a la solicitud de los vecinos o en su defecto vamos a tratar de encararlo con presupuesto de la Secretaría de Obras Públicas, si es que nos colabora”, informó el supervisor de obra de la Subalcaldía del Distrito 3, David Chacón.
Señaló que el reducido presupuesto de la Subalcaldía impide ejecutar obras de gran envergadura, ya que se debe distribuir entre todos los barrios.
Los afectados
Emiliana Nina
“Queremos que se termine el poteado, el olor es muy fuerte porque vienen a botar basura y dejar perros muertos".
Aurelio Villanueva
“A mucha insistencia hemos conseguido que nos pongan agua, luz y alcantarillado. Falta el poteado”.
Segundina Chirari
“Cada día paso por aquí para ir a vender en la parada a Ravelo y el olor de la quebrada es muy fuerte. Que terminen el poteado”.
Benigna Díaz
“Sufrimos mucho porque no vienen ni los carros que distribuyen el gas y tenemos que cargar las garrafas”.
Cipriana Chojllu
“No avanza el poteado, cada año hacen un poquito. Pedimos a la Alcaldía que se termine de una vez”.
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