Alcantarí, una agradable sorpresa
Alcantarí, una agradable sorpresa
Gastón Solares Ávila.- Aunque la prensa informa constantemente sobre los trabajos en el nuevo aeropuerto de Alcantarí, otra cosa es visitarlo personalmente y constatar que efectivamente los trabajos se encuentran muy avanzados.
En realidad, desde mi punto de vista, no le encuentro importancia al hecho de que las operaciones se inicien el próximo año o el subsiguiente, ya que el actual, “Juana Azurduy de Padilla”, se las está batiendo desde el año del sesquicentenario; es decir, desde 1975, con poco mantenimiento, con deficiencias, pero prestando un servicio invalorable.
Lo importante es que las obras en Alcantarí se las haga bien, como se las está haciendo, con personal calificado y con una dedicación que debería ser norma en todo trabajo público.
La pista, que ya tiene una longitud de 2.600 metros, es una mesa de billar y recorrerla a alta velocidad es un verdadero placer. Continúan los trabajos hasta alcanzar una longitud total de 3.600 metros. La Terminal de Carga está terminada y la de pasajeros está en la etapa del trabajo de detalle porque la obra gruesa ha concluido.
Seis mil metros cuadrados están distribuidos en salas de embarque y desembarque, tanto para vuelos nacionales como internacionales, aunque estos últimos seguramente no se realizarán sino en un futuro todavía lejano, pero la infraestructura ya existirá. El hall principal es suficientemente amplio para comenzar a prestar servicios, pero se ha tomado la previsión de dejar espacios para ampliaciones a ambos lados.
En el segundo piso existe un patio de comidas y áreas reservadas para restaurantes importantes, además de oficinas en ambas plantas. Las escaleras son amplias, bien diseñadas y está prevista la instalación de ascensores y escaleras mecánicas. Hay oficina de guarda equipaje, consultorio médico y otras dependencias necesarias para emergencias.
Las mangas para embarque y desembarque están previstas en el exterior del edificio principal, lo que requerirá de infraestructura especial. El lugar es frío y ventoso, de manera que este es un complemento realmente necesario. Un grupo de agrónomos tendrá a su cargo la decoración del entorno.
Se está trabajando también en la doble vía de la carretera de acceso; es decir, en la que conecta la carretera principal hacia Yamparáez con la Terminal del aeropuerto. Sin embargo, preocupa el hecho de que aún no haya nada oficial para ampliar la carretera desde la ciudad hasta ese desvío.
La forma exterior del edificio tiene que ver con la cultura de la zona de Tarabuco y Yamparáez. Tiene el techo rojo y el edificio es blanco. El interior tiene detalles de la cultura Jalka en el piso que es de porcelanato de color beige claro, que ya está en depósito pero todavía no colocado.
Desde la distancia, el edificio parece más pequeño de lo que realmente es. Sin embargo, tiene superficie suficiente para el inicio de operaciones y está contemplada la ampliación, para la que hay espacio suficiente. En síntesis, se trata de una excelente obra en beneficio de la región.
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