Domingo, 12 de octubre de 2014
 

RATIO IURIS

La lección del Brasil

La lección del Brasil

Cayo Salinas.- Razones geográficas hacen que Brasil sea el mercado más importante para el país. Nada nuevo anoto con señalarlo. Y es que los brasileños no sólo compran gas contribuyendo al erario y a la estimulación de la inversión pública, también otorgan asilo a varios ciudadanos bolivianos involucrados en reyertas de orden político y judicial, lo que sin duda aporta a la complejidad de las relaciones diplomáticas. Aquellas, continuaron con una tónica comercial, y desde la asunción del PT con Lula, además, con afectos, simpatías y coincidencias ideológicas que marcaron diferencia.
Es evidente que con Lula y más con Rousseff, el chavismo no era el mejor interlocutor, a diferencia del caso boliviano donde Evo y su gobierno prácticamente estrecharon lazos (injerencia incluida) muy fuertes con Chávez mientras se encontraba con vida. Hoy las cosas parecen tomar otro rumbo. La mano invisible de Smith –camuflada por aspectos de naturaleza política-- que apuntaló fuertemente la economía brasileña y su presencia en el mundo globalizado, dejó de funcionar como se esperaba propiciando índices de bajo crecimiento, inflación y por si no fuera poco, denuncia de corrupción que involucró a jerarcas del PT y a funcionarios de la poderosa Petrobras.
Ciertamente administrar una economía en bonanza no se compara a procurar ser eficiente y responsable cuando los indicadores marcan dígitos en rojo. Con arcas llenas hasta el más grande de los errores puede ser minimizado. Pero cuando lo que cuenta es la habilidad (académica con experiencia incluida) para salir airoso en tiempo de crisis, sin depender de discursos de plazuela acicalados por una coyuntural riqueza, entonces las cosas se ponen de otro color. No olvidemos que al gestor de una economía sólida que no mira lo coyuntural sino el mediano y largo plazo, se lo conoce en crisis y no en prosperidad. Tenía que llegar, por tanto, la factura para el PT por los desaciertos fruto de errores de concepción, gestión y pérdida del sentido de racionalidad por el abuso de poder. Por tanto, será ésta la elección más difícil que deba afrontar y siendo así, las probabilidades que Rousseff gane en segunda vuelta ya no tienen ningún grado de certeza, algo que de confirmarse, cambiaría el escenario político en la región y las relaciones comerciales y políticas con el gobierno de Bolivia.
Por otro lado, las encuestas prácticamente establecen un empate técnico entre Rousseff y Neves, quien, acontezca lo que acontezca, ya es ganador. Se espera entonces, que la estrategia del PT repita el salvaje ataque que en primera vuelta logró bajar a Marina Silva, quien ya ha otorgado su apoyo a Neves, lo que ha generado que en la región, los socialistas del siglo XXI clamen por un triunfo del PT y la continuidad de un gobierno afín. Ahora bien, con Neves en el poder la situación será distinta. Éste priorizará los intereses del Brasil antes que los ideológicos y los que provienen de bloques regionales conformados a la luz de ideas políticas más que económicas, comerciales e integradoras. Neves, por tanto, no tendrá la misma mano y orientación que Rousseff. Deberá encarar con seriedad los graves problemas económicos y sociales que afectan a su país, y solucionar demandas que han terminado con revueltas populares incluso, en época del mundial.
Termino aquí: si al final el PT gana en segunda vuelta, el desgaste que ha sufrido Rousseff no será minimizado con el triunfo. Los problemas continuarán, y el quiebre político regional, también. Si Neves triunfa, otra será la historia.