Domingo, 12 de octubre de 2014
 

El festejo de los jugadores franceses, tras el gol de Karim Benzema (3i).
El festejo de los jugadores franceses, tras el gol de Karim Benzema (3i).

Benzema reina entre amigos

Benzema reina entre amigos

París / EFE

Antes de enfrentarse a Portugal, Karim Benzema regaló abrazos en el túnel de vestuarios a sus compañeros en el Real Madrid, que le arrancaron una sonrisa que no suele prodigar, pero dentro del campo se olvidó de protocolos para llevar a la selección francesa a la victoria (2-1).
Benzema, el nueve menos nueve del mundo, marcó un gol de ariete puro y bien que lo agradeció su Francia. En su país, a Benzema le piden que meta todos los goles que en Madrid, donde ya tienen a Cristiano Ronaldo y Bale para esos menesteres, se le perdonan.
Además de anotar un tanto, el madridista sirvió otro a Pogba, aunque durante una hora el fútbol fue cosa de Valbuena.
El pequeño jugador barrió todas las posiciones de la media punta para ofrecer un recital de paredes, combinaciones y sutilezas mientras le duró la gasolina.
El partido fue entretenido, intenso pese a ser amistoso, y tuvo una gran ambiente en las gradas del Estado de Francia: un choque muy futbolero, en suma.
En medio del carrusel de cambios y con Cristiano Ronaldo ya fuera del campo, su sustituto, Joao Mario, se estrenó con la selección portuguesa de la mejor forma posible, forzando un penalti absurdo de Pogba que convirtió Quaresma (min.76).
Pese a todo, los de casa aguantaron y se llevaron otra victoria de relumbrón para cimentar aún más su confianza en el camino hacia su Eurocopa.
Cuando fue sustituido, casi al final del partido, Benzema abandonó el campo tal como había entrado: con una sonrisa en los labios y entre abrazos de los portugueses madridistas.