LA NOTICIA DE PERFIL
Las elecciones nos separaron
Las elecciones nos separaron
Paulovich / Después de un largo tiempo de trabajar juntos en la redacción de esta columna periodística, mi comadre Macacha y yo tuvimos que separarnos, pues ella se hallaba inscrita en su tierra natal que es Quillacollo y yo tuve que votar en la sede de Gobierno; nuestra despedida fue muy triste aunque no la describiré para evitar el llanto de algunas lectoras muy románticas y sentimentales, sin embargo, nuestra comunicación es permanente a través de nuestros teléfonos celulares.
Ella sigue siendo mi socia periodística aunque agregó a sus títulos de “Ataché de Prensa”, de “Jefe de Reporteros”, este otro que la hace muy feliz, pues ahora se ha convertido en “Corresponsal de Guerra en Quillacollo (Cochabamba)”.
Cuando me encontraba a punto de amartelarme le pedí que retornara a La Paz lo más pronto que ella pudiera, agradeciéndome la cholita y manifestándome su gratitud por tal afecto mío, y me sorprendió al decirme que prolongaría su permanencia en Quillacollo, pues varios grupos cívicos de su pueblo deseaban proclamarla candidata a Alcaldesa en las próximas elecciones municipales que el Gobierno del MAS adelantará para beneficiarse con ello.
Sentimental y coqueto como soy, imploré a mi comadrita que volviera a La Paz en el tiempo más breve posible, lo cual conmovió a la cholita cochabambina, manifestándome que jamás había imaginado que mi corazón albergara sentimientos tan tiernos hacia ella, prometiéndome que lo consultaría con su almohada.
Quise aclararle a la romántica cholita que yo le imploraba su pronto retorno porque me hallaba “falto de fidus”, que entre los pobres elegantes quiere decir “sin un peso” para atender mis numerosas obligaciones, pero preferí callar cual un caballero en quien se ceba la pobreza. Así que preferí decirle a la cholita solamente que volviera pronto porque yo precisaba con urgencia de una colaboradora periodística.
Cuando nos hallábamos a punto de aclarar nuestros sentimientos y revalorar nuestra amistad periodística, ambos caímos en cuenta de que solamente habían transcurrido dos días de las elecciones que habían sido preparadas con tanto ahínco y tanto dinero por parte del oficialismo y con tanto quijotismo por parte de los opositores, y ya habíamos olvidado las recientes elecciones. Macacha me dijo desde Quillacollo: “Es que ya cayó el telón y la función ya ha terminado”.
Mi socia periodística volverá mañana y la vida continuará su curso.
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