Domingo, 19 de octubre de 2014
 

DESTACADO. Sandro Urquizu, de 17 años de edad.
DESTACADO. Sandro Urquizu, de 17 años de edad.

ABANDERADO DEL INSTITUTO AUDIOLÓGICO Y DEL CUADRO DE HONOR DEL EDUARDO AVAROA

Joven con sordera brilla en su desempeño escolar

Joven con sordera brilla en su desempeño escolar



Centro Audiológico necesita aulas más amplias y adecuadas para seguir formando

Dayana Martínez Carrasco

El silencio es la constante del mundo de Sandro Urquizu, un adolescente de 17 años que tiene discapacidad auditiva pero destaca por una vida ejemplar al ser parte del cuadro de honor de la unidad educativa Eduardo Avaroa y es el abanderado de la unidad educativa Audiología que lo acoge a diario pero que requiere de más espacio para formar a jóvenes como Sandro.
Proveniente de Escana, llegó a la ciudad en 2007, tras la decisión de sus padres de dejarlo todo y venir a vivir a Sucre para darle a su hijo la oportunidad de educarse en un centro con maestros que conozcan el lenguaje de señas.
Sandro tiene 17 años y cursa el primero de secundaria en la unidad educativa inclusiva Eduardo Avaroa, donde cuenta con Julia Velásquez, su maestra de apoyo (maestro que conoce el lenguaje de señas y la cultura del sordo), que además es la formadora más antigua del Centro Audiológico.
En el colegio, Sandro no siente ninguna desventaja con sus compañeros, ya que sólo necesita de alguien que le explique a través de otro lenguaje, uno que la mayor parte de las personas desconoce.
Artes plásticas y matemáticas son su pasión, tanto así que dentro de diez años le gustaría pintar para vivir o más vivir para pintar; sus ilustraciones son las más destacadas, especialmente con la lectura de libros de los que extrae los personajes y los caracteriza de acuerdo a lo que la maestra le relata.
La excelencia es parte de su vida pero no sólo en el arte y los estudios, sino también en el deporte. El año pasado, fue ganador de la medalla de plata de la maratón organizada por su colegio, galardón que destaca con orgullo pero a la vez con sencillez.


Sin espacio
La falta de aulas y espacios adecuados para la formación de las personas sordomudas es el principal problema del Centro Audiológico que tiene estudiantes aglomerados en ambientes reducidos, además de requerir espacios para recreación de los 52 alumnos con los que cuenta actualmente, informó la directora del establecimiento educativo, Isabel Quinteros.
Desde el nivel inicial, la formación de las personas sordomudas es realizada a través del trabajo de los maestros del Centro, complementada con la formación en unidades regulares inclusivas, es decir colegios y escuelas para todos los niños donde los sordomudos acuden con sus maestros de apoyo.
La falta de conocimiento de los padres sobre la discapacidad auditiva y su diagnóstico tardío repercute en el inicio de la formación de las personas sordomudas, explica la Directora al sugerir que en los establecimientos de salud se forme a las mujeres embarazadas para que puedan detectar si su hijo tiene sordera u otra discapacidad para llevarlo a un centro adecuado para su formación a una edad adecuada.