Domingo, 19 de octubre de 2014
 
Pregunta—trampa

Pregunta—trampa

Fray Jesús Pérez Rodríguez, O.F.M..- En este tercer domingo de octubre se celebra en nuestra Iglesia la JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES (DOMUND), que este año coincide con el domingo XXIX del tiempo ordinario. Esta es la más importante jornada del año, pues ella busca reavivar en cada cristiano la misión que señalara Cristo: “Vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio”. Se trata de anunciar que Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios, el Enviado del Padre para salvar al mundo. No hay otra cosa más grande que hacer para un discípulo de Jesús.
El Papa Francisco comienza su mensaje para esta Jornada con esta afirmación: "Hoy día todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. Por eso es tan urgente la misión ad gentes, en la que todos los miembros de la Iglesia están llamados a participar, ya que la iglesia es misionera por naturaleza; la Iglesia ha nacido en "salida". La Jornada Mundial de las Misiones es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las iglesias jóvenes en los territorios de misión. Se trata de una celebración de gracia y alegría".
Estas palabras del Papa marcan la forma como celebrar este domingo tan importante para la vida de los cristianos, de los discípulos de Jesús. Además, cuestionan esta manera tan apática de vivir nuestra fe. El Papa insiste en que no quiere cristianos anónimos, indiferentes... Nos insta a ser misioneros y por ello nos recuerda: "El evangelista cuenta que el Señor envió a los setenta y dos discípulos de dos en dos a las ciudades y pueblos a proclamar que el Reino de Dios había llegado y a preparar a los hombres al encuentro con Jesús".
El Papa siempre sonriente y alegre nos invita a la evangelización, y nos dio el año pasado una excelente exhortación titulada "Evangelii Gaudium". En el mensaje del DOMUND de este año nos recuerda: "Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización... la alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres".
Cuando Pablo escribe la carta a los tesalonicenses todavía no se había escrito los evangelios, esta carta se considera el texto más antiguo del Nuevo Testamento. Las mismas ideas que aparecen en los evangelios están en esta carta y la vivencia de las primeras comunidades cristianas. Pablo resalta en esta carta la fe, la caridad y la esperanza de los cristianos tesalonicenses.
Hoy escuchamos en el evangelio cómo los fariseos proponen a Jesús una pregunta-trampa, sobre la conveniencia o no de pagar los impuestos a los romanos. Esta pregunta la resolvió Jesús, como otras muchas con elegancia y picardía, llevando el tema del terreno político, en el que querían comprometerlo, al religioso, que es el que le interesa a Él.
Esta Jornada Mundial de las Misiones y el evangelio de este domingo es para todos los bautizados que no han renegado de su fe –desde el siglo I al siglo XXI que estamos viviendo, siempre hubo cristianos que renegaron o dejaron de creer– para que reflexionemos sobre la siempre difícil conjugación de lo temporal y lo espiritual, del César y de Dios.
Desde el siglo I hasta hoy, los cristianos han sido perseguidos por causa del anuncio del Evangelio. El anuncio del Evangelio siempre ha tenido y tendrá unas implicancias en lo humano y social. El anuncio de la justicia y la verdad que es parte del Evangelio ha traído trabas que han terminado en la persecución y el martirio. Sigue y seguirá siendo difícil el conjugar lo civil y lo religioso, nuestras obligaciones como ciudadanos de este mundo y como creyentes o discípulos de Jesús. La Iglesia, los creyentes o bautizados tienen la tarea de anunciar el Evangelio en el mundo, fuera de los templos y esto no ha gustado nunca a no pocos gobernantes del mundo. Las palabras de Jesús siguen hoy día muy válidas: "Vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio”.
Los cristianos que quieran salir del anonimato y ser testigos de Jesús, siendo consecuentes con su fe en la vida civil y profesional, en el mundo de la salud o educación, en los medios de comunicación o en la política, tienen en las palabras de Jesús en este domingo, no un tratado completo de actuación, pero sí unas consignas claras para el actuar concreto.
Quisiera invitarles a tomar en serio las palabras del Papa Francisco: “La Jornada Mundial de las Misiones es también un momento para reavivar el deseo y el deber de la participación gozosa en la misión ad gentes. La contribución económica personal es el signo de una oblación de sí mismos, en primer lugar al Señor y luego a los hermanos”.