SURTIDOR. Decenas de personas, en su mayoría provenientes del área rural, hacen cola con sus galones los días martes, miércoles y jueves
YPFB VENDE UNOS 1.800 LITROS SEMANALES DE KEROSENE
El mechero sigue vigente en algunas poblaciones
El mechero sigue vigente en algunas poblaciones
El kerosene se vende tres días a la semana en el surtidor junto al Cementerio
César Vale
Muchas familias del área rural de Chuquisaca continúan utilizando el mechero como fuente de iluminación debido a que no tienen acceso al servicio de energía eléctrica o les resulta muy caro. Semanalmente, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) vende unos 1.800 litros de kerosene en el único surtidor que hay en Sucre.
Provistos de galones de cinco o diez litros, cada martes, miércoles y jueves, decenas de personas hacen fila desde muy temprano en el surtidor de kerosene, ubicado junto al Cementerio General de Sucre, para comprar unos litros de kerosene. La mayoría proviene el área rural.
“Compro kerosene para alumbrarme en mi casa, es muy necesario, por eso vengo casi cada mes”, contó Zacarías Copa, vecino de la comunidad de Sajpaya, perteneciente al municipio de Yamparáez.
El dispensador del surtidor de YPFB, Fernando Medrano, señaló que diariamente, entre las 9:00 y las 12:00, reparte un promedio de 600 litros de kerosene, haciendo unos 1.800 litros durante los tres días de la semana, aunque dijo que los miércoles se vende menos.
“Viene mucha gente a comprar sobre todo de los lugares donde todavía no ha llegado la electrificación, ellos llevan para alumbrarse. Sólo vendemos diez litros, porque más ya son para trabajos industriales o para negocio”, dijo Medrano, al señalar que el litro se vende a Bs 2.72.
Juana Ortiz, una anciana que vive en la zona de El Tejar, durante esos tres días se sienta junto al surtidor para tratar de vender algunos galones de aceite, previamente lavados.
“Vengo cargada de mis galones, a veces no se vende ni uno, pero hoy más bien he vendido un galón de 20 litros que estaba trajinando ya dos semanas”, contó Ortiz, con rostro de satisfacción.
El kerosene también es requerido por algunas personas que viven en la ciudad, pero para otros fines.
“Yo compro el kerosene para matar hormigas que se entran a mi casa, porque como tengo jardín se llenan por la pared”, contó una señora que no quiso identificarse.
Zacarías Copa / COMPRADOR
"Compro kerosene para alumbrarme en mi casa, es muy necesario por eso vengo casi cada mes”.
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