DESDE LA TIERRA

1964: Caída del MNR

Lupe Cajías.- Por estas fechas, hace 50 años, comenzaba una espiral de protestas sociales y estudiantiles que culminaron con la caída del primer y largo periodo de gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) el 4 de noviembre de 1964. Sin embargo, la influencia de ese partido, incluso en las Fuerzas Armadas, continuó con distintas intensidades hasta el 2003.
El MNR, fundado en 1941, fue la sigla más importante del Siglo XX en Bolivia, después de las décadas de auge del liberalismo al inicio de la centuria. Sus ideólogos tuvieron presencia en la Constituyente de 1938, que marcó el rumbo nacionalista de los 70 años posteriores, y en 1943 fueron parte del Poder Ejecutivo. Pese al sexenio militar consiguieron diputaciones y senadurías y en 1951 ganaron las elecciones generales, todavía con el sufragio sólo para hombres letrados.
Su victoria fue burlada con un autogolpe conocido como el “mamertazo”, pero la experiencia de sus militantes y la fuerza de los nacientes sindicatos obreros consiguió convertir un movimiento subversivo selectivo en una revolución de masas con repercusiones continentales.
El 11 de abril de 1952 subió al poder el vencedor de las elecciones, Víctor Paz Estenssoro, con esa doble condición de legalidad y de legitimidad. Una de las medidas de cambio fue la aprobación del voto universal, incorporando a la ciudadanía a mujeres y analfabetos. Los agrarios –campesinos– votaron masivamente por el MNR en 1956, aunque el partido no se contentó con el 90 por ciento que tenía de apoyo y propició el fraude en las ciudades para evitar votos a favor de la Falange y de la izquierda.
Las divisiones y fracciones afloraron en las elecciones de 1960 y el nuevo periodo estuvo lleno de protestas hasta la ruptura con la poderosa Federación de Mineros. En las elecciones de 1964 ganó un MNR desprestigiado con un vicepresidente militar. René Barrientos fue el responsable del golpe contra su aliado, con respaldo de otros movimientistas y del propio Juan Lechín.
Paz Estenssoro escapó disfrazado con polleras, mientras en las ciudades la población incendiaba recintos partidarios. Fue notable el asalto a antiguas casonas de los movis y la toma de centros clandestinos de tortura a opositores, como la famosa Casa de San Román en Sopocachi de La Paz.
Ese mismo 4 de noviembre, curiosamente, cruzaba la frontera peruano boliviana la mítica Tamara Bunke, Tania, y se incubaba el movimiento guerrillero en Bolivia. Mientras, meses atrás, el golpe militar en Brasil abría el periodo de la Doctrina de Seguridad Nacional en el cono sur del continente.