Crisitiano Ronaldo (i) celebra el gol del transitorio empate ante la desazón de los jugadores del Barcelona.
ESPAÑA La pegada de un Real Madrid agigantado tritura el clásico. Venció ayer 3-1 al Barcelona
Demoledor blanco
Demoledor blanco
Madrid / EFE
El Real Madrid ganó el clásico del fútbol español (3-1), agigantado en su pegada y en un trabajo infatigable que le permitió primero remontar el tempranero gol de Neymar y luego liquidar a un Barcelona al que pudo endosar incluso un marcador más abultado.
Los protagonistas fueron, inicialmente, Luis Suárez y Neymar y después el bloque del italiano Carlo Ancelotti, cuya fe en el conjunto, amparada en una parada milagrosa de Iker Casillas a Messi y en su acierto en ataque, le ofreció créditos de gran valor.
Luis Enrique concedió la titularidad al uruguayo Luis Suárez tras cumplir la sanción por el mordisco a Giorgio Chiellini en el Mundial.
La decisión del técnico no pudo reportarle mejores beneficios de entrada. Prácticamente en el primer balón que tocó, el charrúa envió a Neymar al otro lado del área, el brasileño recortó a Carvajal y a Pepe y marcó con un disparo raso y colocado junto al palo izquierdo de Iker Casillas (0-1). Habían pasado cuatro minutos y el Barcelona estaba en ventaja en el Santiago Bernabéu.
Messi tuvo la sentencia un par de veces, principalmente en el minuto 23, cuando recibió solo de Luis Suárez a un par de metros de la portería y su remate lo rechazó a córner casi inexplicablemente Iker Casillas en una de esas intervenciones que engrandecieron su nombre.
Una internada de Marcelo acabó en penalti por mano de Piqué. Cristiano Ronaldo, que apenas había tenido opciones hasta entonces, no desaprovechó la pena máxima y batió por primera vez al Barcelona en esta Liga (1-1).
LA REMONTADA
El Real Madrid, que en el inicio del segundo tiempo había sufrido un par de llegadas azulgranas, remontó de pelota parada. Un córner permitió a Pepe reclamar protagonismo en el clásico, al rematar de cabeza, solo, y firmar el 2-1 (m.50).
El partido se convirtió en un ida y vuelta enloquecedor. Eso le permitió hacer al Real Madrid lo que mejor sabe, contragolpear. Justo en la acción del cambio de Xavi, Rakitic botó un córner, James Rodríguez despejó, Isco emprendió una carrera casi desesperada junto a Iniesta y acabó por quedarse con el balón. El tremendo esfuerzo encontró la recompensa, a pleno esprint, del 3-1 (m.61), con un remate cruzado de Benzema tras recibir del colombiano.
El Real Madrid pudo destrozar a su eterno rival en varios contragolpes, pero perdonó en la puntada final.
Con este resultado, el Real Madrid le recortó distancias al Barcelona en la tabla de posiciones, situándose a un punto de diferencia.
Carlo Ancelotti
DT. Real Madrid / Ganamos el partido porque queríamos ganarlo”.
Pepe
Defensor-Real Madrid / El gol es para el madridismo por ocho años de felicidad”.
Luis Suárez
Delantero-Barcelona / Hay que pasar la página, seguimos un punto por encima”.
La otra mirada
LESIONADO. El centrocampista del Barcelona Andrés Iniesta sufrió una lesión en el sóleo de la pierna derecha, aunque el alcance de la misma y el tiempo de recuperación se conocerán hoy, domingo, cuando sea sometido a más pruebas médicas, informó el club azulgrana. Iniesta fue titular en el clásico y tuvo que ser sustituido por esa lesión en el minuto 70.
HOMENAJEADO. Raúl González regresó al estadio Santiago Bernabéu, disfrutó del triunfo del Real Madrid ante el Barcelona (3-1) en el palco de honor y, con motivo del vigésimo aniversario de su debut con el equipo blanco, recibió del presidente del club, Florentino Pérez, una camiseta firmada por toda la plantilla y un reloj.
ACABA RÉCORD. Un penalti transformado por Cristiano Ronaldo en el minuto 34 del choque entre el Real Madrid y el Barcelona acabó con la imbatibilidad del portero chileno Claudio Bravo, que mantuvo su puerta a cero durante 754 minutos en la Liga española.
DE RETORNO. El uruguayo Luis Suárez volvió a los terrenos de juego para disputar un partido oficial en el clásico ante el Real Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu, cuatro meses después de su mordisco al italiano Giorgio Chielinni en el Mundial de Brasil.
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