Domingo, 2 de noviembre de 2014
 
El boom petrolero y Chuquisaca

El boom petrolero y Chuquisaca

Juan José Bonifaz B..- Los hidrocarburos son un tema de sobresaliente interés regional, pero pasa desapercibido, no obstante ser la fuente principal del ingreso departamental y nacional. Los chuquisaqueños históricamente hemos mostrado desinterés por esos recursos, los más por ignorancia y los menos por complicidad con los políticos que gestionan la caja fuerte.
Los primeros descubrimientos de petróleo en Bolivia se hicieron en la provincia Azero (Chuquisaca) hoy desmembrada al Paraguay, Santa Cruz y Tarija, y cuyos residuos constituyen las provincias Hernando Siles y Luis Calvo. Justamente las zonas más importantes en hidrocarburos –con límites interdepartamentales provisionales–, también llamados “Campos Compartidos”, son consecuencia de asentamientos arbitrarios en desmedro de la integridad departamental.
La realidad del boom petrolero de los últimos años ha sido nuevamente malgastada en burocracias y microproyectos sin una visión productiva. Gastos destinados al corto plazo y elevados saldos de caja y bancos –como mixtura al viento– sin dejar el germen del esperado desarrollo departamental, nos conducen ciegos hacia un futuro de mayor atraso y pobreza…
Recientes investigaciones sobre la realidad de los hidrocarburos en Bolivia nos muestran la forma improvisada con que se trata la base de nuestra economía nacional. El Ing. Mauricio Medinacelli en “¿Dónde está la plata?” y el Ing, Hugo del Granado en “Los dilemas del sector de hidrocarburos”, ambas publicadas por la Fundación Milenio, –y otras a las que tuvimos acceso– abundan en observaciones que una columna de prensa no permite referir en detalle.
Saltan a la vista en todos los documentos, la falta de información oficial y creíble, porque surge la duda ante la práctica de este Gobierno que politiza toda información. Ahora que empieza el ciclo desfavorable de precios internacionales de todos los productos, la respuesta del Gobierno consiste en negar un posible impacto. Tanto el ministro de Economía, Luis Arce, como el presidente del Banco Central de Bolivia, Marcelo Zabalaga, han expresado que la incidencia del descenso del precio petrolero será nula, debido a la fortaleza de la economía (¿?)
Una muestra de esa situación es YPFB, que además de sus funciones empresariales y de operador de toda la cadena, cumple al mismo tiempo responsabilidades de comercializador, de administrador de contratos y sujeto de pago de tributos y fiscalizador de las actividades del upstream (incluyendo las de certificador de la producción para efectos impositivos). La visión estatista le otorga incluso funciones de política (como la de fijar precios) que corresponden más bien al poder central del Gobierno.
Hay más: en agosto de 2007, el Gobierno promulgó la Ley 3740 que obliga a YPFB a certificar las reservas cada año. La Ley fue incumplida los dos primeros años, así como estos últimos cuatro. Esta imprevisión en el control de las reservas, sumada a un régimen fiscal duro respecto a los países vecinos, una información geológica deficiente, acceso a los mercados restringido, infraestructura pública deficiente y precios en el mercado interno subsidiados, hacen fácil concluir que las condiciones existentes en Bolivia no son las más atractivas para las inversiones.
Finalmente, los problemas que enfrentan todos los proyectos de inversión e industrialización pueden sintetizarse en la ausencia de socios de YPFB. El análisis de cada uno de ellos permite establecer que los errores cometidos en los proyectos ya concluidos o en proceso de construcción pudieron haber sido evitados si se hubiera contado con la participación activa de socios conocedores de cada uno de los negocios. Lamentablemente no existen señales que la política del Gobierno pudiera cambiar en el futuro inmediato, por lo que es previsible que los errores se sigan cometiendo…