Lunes, 10 de noviembre de 2014
 

COSTUMBRE. El túmulo más reciente en la avenida Juana Azurduy de Padilla lo construyeron para una persona que falleció ahogada.
COSTUMBRE. El túmulo más reciente en la avenida Juana Azurduy de Padilla lo construyeron para una persona que falleció ahogada.

POR RECOMENDACIÓN DE CURANDEROS

Apachetas se multiplican en el entorno de avenidas

Apachetas se multiplican en el entorno de avenidas



Según un arquitecto, la costumbre se trata de una apropiación de un espacio público

César Vale

Dando una imagen de cementerios clandestinos, en los últimos años se multiplicó la cantidad de apachetas o túmulos construidos en el entorno de las principales avenidas de Sucre por recomendación de curanderos a familiares de personas fallecidas en accidentes.
No se trata de cementerios, ni las personas fallecieron en el lugar, sino son túmulos levantados para “salvar el alma” de aquellas personas fallecidas en accidentes en sitios alejados, según lo conciben los curanderos y muchas familias, sobre todo, migrantes del área rural comenzaron a profundizar una costumbre de otras regiones el país.
“Si no trasladamos su alma, dice que pena en el lugar del accidente, así nos ha dicho el curandero, por eso, y para sentirnos más tranquilos estamos haciendo traer aquí”, contó María Quispe, tía de un joven que falleció ahogado la semana pasada en Las Siete Cascadas.
Sin autorización de la Alcaldía para uso de espacio público, la familia Quispe ayer por la tarde apresuraba la construcción de un túmulo en un extremo de la avenida Juana Azurduy de Padilla, a la altura de la intersección de la avenida Circunvalación.
Con el nuevo túmulo, a lo largo de la avenida que conecta el centro de la ciudad con el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla ya suman 167, según un recuento de CORREO DEL SUR.
“Esa costumbre es muy ajena a una visión de modernidad y por lo tanto de ciudad, se entiende dicho accionar a un proceso de transculturización e imposición de la vivencia rural bajo dicho concepto que se traslada a la ciudad generando una amorfa visión urbana”, comentó el arquitecto Eduardo Gutiérrez.
Similar imagen se observa en el otro extremo de la ciudad, en la avenida Diagonal Jaime Mendoza, en la zona de Rumi Rumi, frente al terreno donde se pretende construir la nueva terminal de buses.
Hasta hace un par de años, en este sector, los túmulos no superaban el medio centenar, ahora ya alcanzan los 150. Muchas familias no escatimaron recursos para construir algo similar a un mausoleo.
“Creo que las autoridades municipales deben volcar la mirada pues se constituye en una otra forma de inadecuada apropiación del espacio público y del uso del suelo urbano, si bien son áreas depredadas por la no atención de las mismas sin duda la función por lo menos en proyecto no fueron concebidas para la implantación de elementos simbólicos- culturales”, agregó el arquitecto.

Foto


RUMI RUMI. Un centenar y medio de túmulos fueron levantados en un espacio público.

Túmulos

326 túmulos o apachetas hay en los extremos de las avenidas Juana Azurduy de Padilla y Diagonal Jaime Mendoza.