Lunes, 17 de noviembre de 2014
 

EDITORIAL

Más miradas positivas sobre la economía

Más miradas positivas sobre la economía



Paraguay y Bolivia, en un extremo, y Argentina y Venezuela en el otro, aparecen como modelos de éxito y de fracaso en medio de un contexto cada vez más adverso

En un contexto internacional en el que abundan las malas noticias y los aún peores augurios sobre la situación económica de Latinoamérica y sus proyecciones hacia el futuro, Bolivia ha vuelto a recibir durante los últimos días una buena razón para ver con optimismo la marcha del país. Es que en la más reciente versión del Índice de Clima Económico (ICE) que periódicamente elabora la Fundación Getulio Vargas (FGV) de Brasil, durante los últimos meses nuestro país ha vuelto a subir su calificación hasta ubicarse en el segundo lugar, después de Paraguay, entre los 11 países analizados.
Bolivia, según ese estudio, subió de 113 a 124 puntos entre julio y octubre, sólo un punto menos que Paraguay que subió de 105 a 125. Colombia, en el tercer lugar, obtuvo una calificación de 117 puntos. En el otro extremo de la lista, señalados como los dos países con peor clima para los negocios, con una tendencia hacia el continuo empeoramiento y muy lejos de todos los demás, están Argentina y Venezuela con 47 y 20 puntos respectivamente.
El contraste entre Bolivia y Paraguay, en un extremo, y Argentina y Venezuela en el otro, es con razón motivo de especial interés para quienes observan de cerca el desempeño económico y político de la región, pues da abundantes elementos de juicio no sólo para evaluar sino también, y sobre todo, para elegir las mejores fórmulas y descartar las peores cuando de elaborar políticas públicas se trata.
En ese contexto, es cada vez mayor el interés por indagar sobre los factores causantes de tan diferentes resultados, incluso entre países a los que se atribuyen similares inclinaciones ideológicas, como Bolivia, Argentina y Venezuela, países además expuestos a muy similares circunstancias externas, como su dependencia de las exportaciones de materias primas.
Además de los casos extremos, es también motivo de especial interés la tendencia general de la región, que según la FGV está con un claro rumbo hacia el deterioro. Situación que, paradójicamente, está afectando con especial rigor a países como Chile y Colombia que hasta hace poco se destacaban entre los más exitosos de la región.
Al buscar explicaciones sobre los resultados obtenidos por el estudio, sus autores consideran que la causa principal de los retrocesos es la mala evaluación de los especialistas sobre la coyuntura económica internacional. A una serie de malas decisiones se debería que el Índice de Clima Económico (ICE) de América Latina haya caído desde 84 puntos en julio hasta 80 en octubre, con muy pocas excepciones, como Bolivia.
En circunstancias que según todos los analistas están llenas de incertidumbre y temores sobre las proyecciones hacia el futuro inmediato, los informes trimestrales presentados por los 1.108 especialistas que participan en la investigación de la FGV en asociación con el Instituto de Estudios Económicos de la Universidad de Múnich adquieren cada vez más interés.
Y en esa misma medida, crece también el desafío para que economistas, sociólogos, politólogos y en general todos los estudiosos de la realidad nacional hagan los esfuerzos necesarios para comprender en su justa dimensión las peculiares características que está adquiriendo la base económica de nuestro país.