Más vale tarde que nunca
Más vale tarde que nunca
Gastón Solares Ávila.- El Correo del Sur, en su edición del pasado viernes 14, difunde una información relacionada con el estado de las veredas y sobre la intención del señor Alcalde de pedir al Concejo Municipal autorización para su reconstrucción.
En esta columna, en diferentes programas de radio y televisión y especialmente en nuestro único diario local, se ha insistido en forma permanente sobre la necesidad de tomar acciones inmediatas para evitar que los peatones sigan el calvario de caminar por aceras sucias y destruidas. Parece que al finalizar la gestión, se ha decidido hacer algo, y ojalá se siga el ejemplo de las dos cuadras de la calle Nicolás Ortiz cuya eficiencia ya ha sido probada. La población de Sucre ha aumentado considerablemente y la gente precisa veredas más anchas, así como normas que le den prioridad de circulación sobre los vehículos, como en cualquier otra parte del mundo civilizado.
Si el Alcalde habla de “autorización”, es sencillamente porque la requiere para disponer de fondos para algo que debería estar a cargo de los propietarios de inmuebles. Lo que pasa es que como durante años nadie los ha presionado, se han acostumbrado a no hacer nada y, en algunos casos, ni siquiera a ocuparse del indispensable barrido. No ha habido vigilancia efectiva ni mucho menos las sanciones a los infractores.
Es increíble que esta ciudad que tiene cerca de 500 años de existencia y 189 años de vida republicana, gran cantidad de títulos y de historia, además de seguir siendo la Capital del país, no tenga un botadero permanente y un sistema de limpieza que haga honor a la tradición de ciudad limpia. Constantemente, en esta y en anteriores gestiones, ha habido problemas con los vecinos de los lugares utilizados como botaderos y nunca se ha encontrado una solución definitiva.
Sin embargo, para no tocar temas diferentes al título de esta nota, es preciso recordar que la Alcaldía tiene la potestad y la obligación de tomar medidas para supervisar la reconstrucción de aceras, no puede dejar que cada vecino haga lo que quiera como está ocurriendo, porque se está atentando contra la uniformidad, como lo denuncian los vecinos en la nota publicada por el Correo del Sur, reiterada y con fotografía en la edición de ayer.
El origen del problema está en que las personas que tienen autoridad para encontrar soluciones a los problemas citadinos, no entienden en su verdadera magnitud que Sucre es una ciudad hermosa y un tesoro para el turismo, cuyos atractivos no sabemos apreciar y menos conservar y mejorar. Se precisa una acción conjunta de autoridades y pueblo y para ello un líder de campaña que necesariamente tiene que ser el que ocupa la silla edil.
Insistiré en estos temas, como lo hago desde hace mucho, como lo he hecho en esta gestión y como Dios mediante lo haré en la próxima. Lo que menos me importa es el partido al que pertenezca el Alcalde, es una suerte no tener compromiso con nadie más que con la ciudad.
Obviamente, hay que alegrarse de que se tomen medidas, aunque sea a última hora como lo ofrece hacer el señor Alcalde, porque no se pueden dejar las aceras como están. En fin, más vale tarde que nunca, pero ojalá que los trabajos por lo menos se inicien en esta gestión.
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