Miércoles, 3 de diciembre de 2014
 

A OJOS VISTA

Atractiva carrera docente

Atractiva carrera docente

Mario Mamani Morales.- Ya no quedan los Maestros y Maestras, una pléyade que se extinguió o sencillamente cumplió su ciclo en este proceso continuo que es la sociedad; ahora la carrera docente tiene un nuevo escenario y esta dinámica se presenta interesante desde hace algunas décadas.
El título de Maestro o Maestra Normalista queda para la historia. Es bueno recordar que para asistir a esa formación las mujeres debían asistir a clases con un impecable mandil blanco, los varones también debían cuidar su apariencia tendiendo a la pulcritud que luego se practicaba a lo largo del ejercicio profesional en aula.
Lo aprendido se trasuntaba en clase, en la labor cotidiana de total entrega al estudiante, desde el kínder hasta el colegio, con plena vocación de servicio a la educación de generaciones de bolivianos que recuerdan a hombres y mujeres que de por sí inspiraban respeto, con su voz de mando y a veces hasta la rigidez para exigir el cambio de conducta a través del conocimiento.
En el proceso de la sociedad, llegaron los tiempos del constructivismo como parte del paquete del libre mercado, finales de los 80’ y duró hasta hace poco. La Normal se convirtió en Instituto y al igual que en el mercado se presentó el boom de las ofertas de la carrera docente. Aparecieron los técnicos superiores en educación y las universidades, privadas o públicas, además de administrar los institutos normales, ofertaron las licenciaturas de fin de semana, claro está a un costo que corre por cuenta de los interesados e interesadas a dejar de ser llamados “profe”.
La oferta de formación posgradual que se aspiraba en el magisterio, a través del ISER de Tarija, se vio obligada a firmar convenios con las universidades para titular licenciaturas. Esta etapa también quedó en el camino luego de la asunción en el país del modelo de educación sociocomunitaria y productiva actual, dejando de lado el constructivismo que no llegó a tener su desarrollo pleno, pues la Ley 1565, de reforma educativa, que costó muchos millones de dólares al país, nunca fue evaluada.
Hasta aquí, dentro de la carrera docente, miles de maestros ostentan el título de licenciatura que va desde administración educativa hasta las especialidades. Se trata de un esfuerzo propio del interesado, aunque esta formación sea sólo en fines de semana.
Por otro lado, no son pocos los docentes que luego de sus estudios en las normales deciden tomar cursos regulares en las superiores casas de estudio, con asistencia regular y durante cinco años que dura una licenciatura en las carreras tradicionales, también por cuenta propia, y es honesto reconocer que muchos descuellan en el ejercicio de la nueva profesión.
Así se deja de lado la esencia de formación de Maestro, ahora priman otros intereses, diferente visión de la carrera docente; ya no quedan aquellos que de la tarea de enseñar hicieron una verdadera vocación y se sintieron plenos al recibir el abrazo de gratitud sincero al “Profe”.
Hoy dentro del magisterio es ya raro encontrar al simple “Maestro” o “Profesor”. Ahora la carrera se presenta interesante porque más del 50% de los trabajadores en educación ya son licenciados y se prevé que dentro de algunos meses casi la totalidad ostentará este título a través del PROFOCOM (Programa de Formación Complementaria para Maestros); actualmente un grupo de profesionales en educación recibe capacitación para la oferta de maestría y luego vendrá el doctorado a través de la flamante Universidad Pedagógica que tiene su asiento en Sucre.
Visto así, en Bolivia el nivel de formación de los trabajadores en educación es alto; no pocos pueden presentar en la calificación de méritos hasta tres licenciaturas (ISER, Universidad del sistema y ahora PROFOCOM), maestrías y también doctorados.
Si se cuenta con docentes con un alto nivel de formación es fácil deducir que la educación en el país debería mostrar cambios significativos. ¿Avanzamos hacia esa meta? ¿Tenemos una revolución en nuestro sistema educativo? ¿Qué más falta hacer? ¿La calidad educativa sólo es factor docente? ¿Cómo saber qué piensa la sociedad de la actual oferta en educación? ¿Tendremos mejor educación que en Cuba o las Filipinas?