El Parque Bolívar y su Torre Eiffel
El Parque Bolívar y su Torre Eiffel
Gastón Solares Ávila.- El 14 de abril de este año, en esta misma columna, me referí a la función que cumple actualmente el Parque Bolívar sugiriendo su apertura para beneficio de toda la población, criticando la medida adoptada hace ya muchos años cuando, con autorización del Concejo de entonces, se determinó ponerle candado y permitir que se instalen puestos de venta de comida que atienden hasta pensión diaria, obviamente en pésimas condiciones.
Mencioné que la gente tiene derecho al trabajo y que por esa razón era necesario reubicarla, así como otros factores adversos de las medidas adoptadas en diferentes gestiones municipales, entre las cuales cité el uso que la Alcaldía le da al ex Hotel Municipal y, sobre todo, al espacio que utiliza para camiones y maquinaria pesada en la única área verde importante que tiene la ciudad.
No sé si algo tuvo que ver esa nota, los comentarios que se hacen siempre en diferentes medios de comunicación y especialmente en el Correo del Sur, o si habrá sido coincidencia de criterios con el Presidente del Concejo Municipal, o si habrá sido la suma de todo, pero lo cierto es que las reuniones que se han llevado a cabo con el tema del Parque son una esperanza para que se modifiquen los errores del pasado. Algo ya se ha hecho al haberse plantado 60 árboles para reponer los viejos ceibos, palmeras y pinos, al haber dispuesto la renovación y arreglo de la iluminación y al haberse cambiado el piso de lo que es una especie de laguna, en la que antes habían cisnes y en otra época lanchitas de paseo para cuyo funcionamiento no se requiere cerrar el parque.
Lo que no se ha logrado aún es un asunto muy importante que es el mantenimiento y reparación de nuestra Torre Eiffel, que fue diseñada por el arquitecto del mismo nombre, autor de la hermosa y emblemática torre parisina de fama mundial. Al contrario de lo que se cree, no es una réplica, ya que su diseño es diferente, pero eso es precisamente lo que la hace única, como es también la francesa.
En 1906 las autoridades del Instituto Médico Sucre la encargaron, gracias al generoso aporte del General Pastor Sainz. En 1908 la instalaron en el segundo patio del Instituto Médico como observatorio meteorológico, en conmemoración al Centenario del Primer Grito de Libertad en Hispanoamérica, donde sirvió para estudiar las condiciones climatológicas, régimen de lluvias, vientos, etc. y en 1925 se la trasladó al Parque Bolívar, en homenaje a los primeros cien años de nuestra vida republicana. Por tanto, nuestra torre, ha prestado servicios a la ciudad por lo que además de su belleza, tiene historia, motivos suficientes para despertar nuestra obligación de conservarla adecuadamente.
El Presidente del Concejo está impulsando el trabajo de una pequeña comisión que se está ocupando del tema, en una acción que pretende delimitar el espacio público del Parque Bolívar, así como una reglamentación que permita su pronta apertura poniéndolo al servicio de toda la población y normando su actividad. Ojalá todas las autoridades municipales se sumen a esta cruzada, así como los ciudadanos en general porque ya es tiempo de trabajar en equipo para beneficio de esta ciudad que requiere de una acción conjunta de todos sus habitantes.
Lo lamentable es que mientras se hacen esfuerzos para poner orden en una zona, aparecen otros mercados informales como el que crece día a día frente a la Universidad Pedagógica, en plena avenida del Maestro, sin que nadie haga nada por evitarlo.
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