Jueves, 4 de diciembre de 2014
 

BUSCANDO LA VERDAD

¡El año de los tres aguinaldos!

¡El año de los tres aguinaldos!

Gary Antonio Rodríguez Álvarez (*).- El entusiasmo por el crecimiento de la economía boliviana durante la gestión 2013 llevó al gobierno a la sorpresiva determinación de dictaminar el pago de un segundo aguinaldo en favor de los trabajadores, haciendo desbordar de alegría a éstos al mismo tiempo que sumió en una profunda preocupación al empresariado –con justa razón–siendo que el D.S. 1802 pasó por alto la Ley General del Trabajo en cuyo marco se dictamina el pago del aguinaldo y, por su carácter obligatorio, sin importar la situación financiera de las empresas.
La reacción contra la medida no se hizo esperar. Con sólidos argumentos, el empresariado convenció a los servidores públicos de que la medida no podría cumplirse en el 2013 –así fuera obligatoria– y que tampoco debía ser para todos los trabajadores por el enorme peso financiero que implicaría, lo que se tradujo luego en una Resolución Ministerial que amplió el plazo de pago hasta febrero del 2014 y aclaró que no era obligatorio para niveles ejecutivos y de dirección.
Este año, nuevamente el gobierno decretó un segundo aguinaldo para los trabajadores dando por sentado que el PIB boliviano crecerá al 5.7% pronosticado, con la novedad de que esta vez el pago no podrá ser diferido para la próxima gestión, pese al pedido del empresariado.
Cabe recordar que el Decreto 1802 estableció que siempre que el PIB de Bolivia crezca por encima del 4.5% habrá un segundo aguinaldo, por lo que las empresas deberían hacer tal previsión.
Así las cosas, la gestión 2014 resultará inédita, pues el empresariado legal y formal deberá pagar este año nada más y nada menos que tres aguinaldos: el devengado del 2013, el normal del 2014 y el segundo aguinaldo de fin de año.
En lo personal, no me opongo a que haya una mejor retribución para el asalariado, sea obrero o profesional, pero no siempre una buena intención que suele empezar bien, acaba igual. ¿Por qué? Porque se hace mal midiendo a todos con la misma vara.
Primero, porque si el crecimiento del PIB por encima del 4.5% es el gatillo para disparar el segundo aguinaldo, se trata apenas de un simple promedio de toda la economía, cuando habrá empresas que crecen más, otras igual o menos, pero habrá también las que no crezcan o decrezcan.
Segundo, porque todo pago sin más productividad pasa a ser un sobrecosto. Tercero: distorsiona la curva salarial y presiona sobre los niveles intermedios. Y porque se aplica solamente en el sector legal y formal en un mercado donde la competencia desleal, informal e ilegal, abundan…