Miércoles, 10 de diciembre de 2014
 

REVELACIÓN. La senadora demócrata por California y la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, Diane Feinstein.
REVELACIÓN. La senadora demócrata por California y la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, Diane Feinstein.

INFORME SOBRE LAS POLÍTICAS DE INTELIGENCIA DESPUÉS DEL 11-S

El Senado de EEUU revela prácticas vetadas en la CIA

El Senado de EEUU revela prácticas vetadas en la CIA



Los interrogatorios resultaron más "brutales" de lo que se admitió en un principio

Washington/EFE

La Agencia Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) llevó a cabo prácticas de interrogatorio "más brutales" de lo que había admitido en los años posteriores a los ataques del 11-S y además sus resultados no fueron efectivos.
Así lo indicó ayer el informe del Comité de Inteligencia del Senado divulgado tras cinco años de investigaciones sobre ese asunto.
El documento analiza el uso de polémicos procesos de interrogatorio a sospechosos y miembros de la red Al Qaeda retenidos en instalaciones secretas en Europa y Asia en los ocho años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S).
Según el estudio, los detenidos tras los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York sufrieron prácticas como la privación de sueño durante más de una semana y la amenaza continua de que no iban a salir vivos de la custodia a la que estaban siendo sometidos.
Entre otras cosas, el texto indica que, con la aprobación del personal médico de la CIA, al menos cinco de los prisioneros fueron sometidos a procedimientos "médicamente innecesarios" de "alimentación rectal" o "hidratación rectal" y otros tantos a baños de hielo.
"Uno de los interrogadores le dijo a otro detenido que nunca irían a juicio" porque no podían "dejar nunca saber al mundo qué les habían hecho", relata el informe.
"Agentes de la CIA también amenazaron al menos a tres detenidos con hacer daño a sus familias, incluyendo a los hijos de un detenido, y con abusar sexualmente de la madre de otro y 'rajarle la garganta a su madre'", detalla.
El informe del Senado describe, asimismo, las prácticas de asfixia simulada practicadas al reconocido como cerebro del 11-S, Khalid Shaikh Mohammed, así como a otros detenidos, definidos como "series de ahogamientos" que en muchas ocasiones les producían vómitos.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, presidenta del comité, presentó ante el pleno de la Cámara alta el estudio.
Feinstein dijo que "nunca hubiera sido un buen momento para publicarlo", dado su contenido y la inestabilidad internacional en zonas como Oriente Medio, pero insistió en la necesidad de que sea utilizado "para restablecer los valores del país".
De hecho, el Pentágono y el Departamento de Estado de EE.UU. instruyeron la semana pasada a sus puestos en todo el mundo para revisar su seguridad por la posibilidad de "agitación" a raíz de la divulgación del informe.
La legisladora, que dirigió la redacción del texto, explicó que "ningún agente de la CIA, ni directores de la CIA" informaron al entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, sobre las técnicas que realmente estaban poniendo en práctica.
Las conclusiones del informe "dejan claro cómo este programa era moral, legal y administrativamente un error", agregó.
El director de la CIA, John Brennan, defendió que la información extraída de las torturas fue "crucial" para entender a Al Qaeda y aún es útil para sus esfuerzos contra el terrorismo.

Esfuerzos vanos

El presidente Barack Obama, dijo ayer que las prácticas de tortura de la CIA a sospechosos de terrorismo durante la década pasada no ayudaron a los "esfuerzos contra el terrorismo" ni a los intereses de seguridad nacional del país.