COLUMNA VERTEBRAL
¿Oportunidades perdidas?
¿Oportunidades perdidas?
Carlos D. Mesa Gisbert.- Se ha afirmado tanto por parte de diplomáticos, intelectuales y políticos chilenos, como por algunos diplomáticos e intelectuales bolivianos, que una responsabilidad muy grande en el fracaso de los reiterados Actos Unilaterales de Chile ofreciendo a Bolivia negociar una salida soberana al mar, la tiene Bolivia. Esta afirmación se hace especialmente con relación a dos negociaciones significativas, la de 1950 y la de 1975.
Veamos caso por caso. En 1920, el embajador chileno Bello Codesido ofreció a Bolivia en un Acta Oficial un acceso soberano al mar independiente del Tratado de 1904. Esa oferta fue la base de negociaciones que se desarrollaron en el periodo 1920-1923. La promesa se enfrió pero nunca quedó cerrada ni la negociación rota. Simplemente Chile no fue consecuente y no tomó iniciativa política alguna para hacer efectivo su compromiso.
En 1926, el tema se retomó con el Memorándum del Ministro de RREE de Chile Jorge Matte, que ofreció concederle a Bolivia una franja de territorio y un puerto soberano. Esa oferta acabó muerta al firmar Chile y Perú el Tratado de 1929 que consolidó Arica a favor de Chile y condicionó la cesión de territorios a Bolivia a una consulta mutua.
El 20 de junio de 1950, el Ministro de RREE de Chile Walker Larraín, en una nota oficial, ofreció a Bolivia una negociación para darle a Bolivia una salida soberana al mar. Mientras en Bolivia influyentes personas particulares expresaron tanto opiniones favorables (el ex vicepresidente Enrique Baldivieso el 17/7/50) como desfavorables (Franz Tamayo el 25/7/50); en Chile diputados y senadores atacaron con dureza al presidente González Videla (24/9/50). Lo hicieron el diputado Bulnes y el senador Mazza, entre varios otros. Pero el verdadero punto de ruptura de esa negociación que contemplaba el uso de las aguas del lago Titicaca, lo marcó el presidente del Perú Manuel Odría, quien el 31 de marzo de 1951 rechazó el uso del Titicaca de soberanía compartida con Bolivia y recordó la obligación no cumplida por Chile de consultar al Perú en caso de una cesión en territorio antiguamente peruano. Es pues una falacia decir que fue Bolivia la que hizo fracasar esa negociación.
En 1961, el embajador chileno Manuel Trucco envió un Memorándum que ofrecía a Bolivia iniciar una negociación sin tocar el Tratado de 1904 en la que se consideraba la demanda boliviana de soberanía. Pero paralelamente y con expresa violación de normas internacionales, Chile desvió unilateralmente el río Lauca, acción que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas.
En 1975, el abrazo de Charaña llevó la negociación bilateral a su punto más alto. El compromiso formal de Chile fue expresado por su canciller Patricio Carvajal el 19 de diciembre de 1975 en una Carta a nuestro embajador en Santiago. Ofrecía ceder a Bolivia una costa soberana unida a territorio boliviano por una franja territorial igualmente soberana. ¿Quien frustró esa negociación? El gobierno de Chile. ¿Cómo? Chile consultó al Perú como establecía el Tratado de 1929. El 18 de noviembre de 1976, Perú contestó a Chile indicando que aceptaba globalmente los términos de la negociación con una salvedad, proponía la soberanía compartida de Bolivia, Perú y Chile en el último kilómetro del corredor, precisamente el que daba al mar. El 26 de noviembre de 1976, Chile respondió al Perú que “declinaba” considerar la contrapropuesta peruana, lo que rompió toda posibilidad de solución ya que el Tratado obligaba en este caso a un acuerdo entre ambos. Todo lo que ocurrió después de esa fecha es irrelevante. La negociación había sido bloqueada por la negativa chilena al Perú. Es otra falacia afirmar que fue Bolivia la que frustró esa negociación.
En 1983, el canciller chileno Miguel Schweitzer votó a favor de la Resolución de la OEA que establecía la necesidad de otorgarle una salida soberana a Bolivia y ratificó la disposición de Chile de resolver el enclaustramiento boliviano. Esa voluntad abrió una negociación que avanzó en 1984 y 1985, pero que el propio Chile cerró abruptamente el 14 de enero de 1985 en un Comunicado de su Ministerio de RREE.
En 1987, Chile y Bolivia acordaron iniciar una negociación para darle una salida soberana al mar a Bolivia. En la reunión de ambos cancilleres en Montevideo, el 23 de abril de 1987, Bolivia entregó su propuesta formal. Inopinadamente y sin mayores consideraciones el 9 de junio de 1987, Chile dio un portazo y expresó que no estaba dispuesto siquiera a considerar la propuesta boliviana.
¿Oportunidades perdidas por Bolivia? En absoluto. Oportunidades ofrecidas, dilatadas, incumplidas o directamente bloqueadas por Chile con evidente falta de voluntad política. Es una falsedad argumentar que Bolivia desaprovechó entre 1920 y 1987 las oportunidades que tuvo. La descarnada realidad es la contraria, lo que la historia demuestra de modo inequívoco.
Y lo más importante. Hecho el compromiso de negociar, la obligación jurídica de hacerlo no se extingue porque las negociaciones hayan fracasado en algún punto.
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