Lunes, 15 de diciembre de 2014
 

ESTADIO PATRIA. Los comerciantes continúan armando sus casetas, anunciaron que no se moveran de este lugar.
ESTADIO PATRIA. Los comerciantes continúan armando sus casetas, anunciaron que no se moveran de este lugar.

AFLORA UN AMBIENTE DE VIOLENCIA EN LAS INMEDIACIONES DEL ESTADIO PATRIA

Vecinos rechazan instalación de la feria; Alcalde anuncia que hará cumplir la ley

Vecinos rechazan instalación de la feria; Alcalde anuncia que hará cumplir la ley



Agredieron brutalmente a un vecino cuando quería guardar su vehículo

Sucre/CORREO DEL SUR

Mediante un voto resolutivo vecinos de las calles circundantes al estadio Patria rechazaron rotundamente, anoche, la instalación de la Feria de Navidad en esa zona, exigen que el Alcalde de Sucre haga prevalecer su autoridad y se respete la disposición de trasladar la feria a la zona de Garcilazo. En un ambiente de ánimos caldeados, los comerciantes aseguran que nada les moverá del lugar, en tanto que el alcalde Moisés Torres no descarta apelar incluso a la fuerza pública para hacer cumplir el cambio de emplazamiento de la feria.
La primera víctima del ambiente de violencia que se respira en la zona fue el propietario de una vivienda de la calle René Calvo Arana, el arquitecto Marcelo Torres, de 29 años de edad, quien, el sábado, recibió una brutal golpiza cuando pidió paso para guardar su vehículo en su garaje.
De acuerdo al informe médico, Torres tiene una fractura en la nariz y 21 días de impedimento, el hecho fue denunciado a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). A decir de los vecinos, los agresores fueron unos 20 comerciantes enardecidos.
Ayer, los gremiales continuaban armando sus casetas en torno al campo deportivo, reiterando que para esta acción se apoyan en un compromiso firmado por el alcalde Torres. Sobre este asunto, la autoridad respondió que hará cumplir la ordenanza que fija que la nueva feria se instalará en la avenida Bolivariana y volverá a pedir a la Policía que garantice el control en la zona, porque dejó en total estado de indefensión a los vecinos.
El alcalde Moisés Torres lamentó que los comerciantes pasaran por alto la disposición que determina la realización de la Feria de Navidad en la zona de Garcilazo, anunció que hoy a primera hora investigará quiénes incumplieron a la citada normativa para tomar las acciones legales que le faculta la ley.


VOTO RESOLUTIVO
Anoche, en una reunión donde participaron casi un centenar de vecinos de las calles Manuel Vilar, René Calvo Arana, Sebastián García y otras adyacentes al estadio Patria, se emitió un voto resolutivo de tres puntos.
Luis Armijo, uno de los representantes de los vecinos adelantó que hoy presentarán a los medios de comunicación las debilidades de la Alcaldía en este delicado asunto y presentarán a nivel local y nacional la denuncia de las agresiones que sufrió un propietario de vivienda por parte de los comerciantes.
El segundo punto consiste en presentar una nota oficial al Alcalde exigiendo que haga cumplir la ordenanza que dispone la feria se realice en la zona de Garcilazo y que acuda a la fuerza pública para tal efecto.
Finalmente, solicitan al Comando Departamental de la Policía tomar acciones para restablecer el orden y la paz entre los ciudadanos, para que ya no se repitan enfrentamientos con los comerciantes.


TESTIMONIOS
Judith Durán, una vecina de la calle René Calvo Arana, manifestó que el vecindario quedó tranquilo al saber que la Feria de Navidad se realizaría en Garcilazo, empero se llevaron una sorpresa cuando el sábado por la mañana “cientos de comerciantes marcharon por las calles adyacentes al estadio, portando palos como para intimidar a los vecinos demostrando unión y poderío, tomando a la fuerza las arterias para instalar sus casetas”.
“La vereda es para que puedan movilizarse los peatones y la calzada para que pasen por allí los vehículos, pero con la feria nos tapan todo, no tenemos acceso a nuestras casas, nos sentimos desprotegidos y prisioneros en nuestras propias casas ¿A quién acudimos?”, protestó Durán.
Otro vecino dijo que los que tienen vehículos se ven obligados a dejar de usarlos por unos 20 días o alquilar un garaje. De igual forma algunos talleres de mecánica y gomerías se ven forzados a cerrar sus negocios con las consiguientes pérdidas.
Por si fuera poco, el frontis de sus viviendas (detrás de las carpas), se tornan baños públicos a cielo abierto que a diario despiden olores y generan molestias.
El abastecimiento de alimentos y otros insumos también resulta dificultoso para los vecinos porque deben cargar pesadas bolsas; los micros y taxis no pueden acercarlos hasta sus hogares.
Asimismo, se agravan los problemas para algunas personas que están delicadas de salud y a veces necesitan que les recoja la ambulancia. Cuentan que en una ocasión un vecino falleció y ni siquiera el carro fúnebre puedo ingresar para recoger el cadáver. “¿Qué pasaría si ocurriría un incendio, los bomberos podrían llegar?”, se preguntan.
Otros propietarios señalaron que el tiempo que dura la feria están expuestos a los antisociales que rondan el lugar.
De igual forma se genera un caos vehicular en todas las calles adyacentes al estadio.
“Sólo queremos que se respeten nuestros derechos, no estamos actuando de forma violenta como los gremialistas, nosotros queremos paz y poder ingresar y salir de nuestras casas con libertad y sin temor”, manifestó uno de los representantes de la junta de vecinos de la calle René Calvo Arana, Benigno Flores.
Flores acotó que no es posible que un grupo de personas perjudique a otro. “Es increíble con qué celeridad funcionarios de la Gobernación limpiaron en unas tres horas, con tractores, todo el material de construcción y cascajo que había en las calles, para que se instalen las casetas. La obras que se están haciendo en el estadio tienen tiempo que cumplir, pero ahí está, se han paralizado”, observó.
Consuelo Pacheco, otra vecina de la calle Domingo L. Ramírez, llena de ira y con lágrimas en los ojos protestó por la falta de compromiso del Alcalde, que permitió la instalación de la feria en ese lugar y condenó la prepotencia y el abuso de los gremialistas. “Estoy cansada de aguantarles tantos años, tengo a mi madre enferma y tengo que soportar todos los días frente a mi casa, música a todo volumen. Discúlpeme pero los detesto, estoy llena de impotencia, vivimos con los nervios a flor de piel”, expresó.
Sin embargo, unos cuantos vecinos de la calle Manuel Vilar, están de acuerdo con que la feria se realice allí, arguyendo que aprovechan esos días para ganar unos pesos vendiendo refrigerios, alquilando sus baños o con el aumento en la venta de las tiendas de barrio.


POSICIÓN CERRADA
Por su parte, los gremiales están cerrados en su posición, nada les hará cambiar de opinión. “A ver que nos saquen… nosotros también tenemos derecho a ganar nuestro aguinaldo para comprar regalos para nuestra familias”, manifestó amenazante un comerciante.
El presidente de la Federación de Gremiales 12 de Octubre, Mario Choque, reiteró que existe un convenio firmado el año pasado por el Alcalde, donde indica que mientras se construya un campo ferial, las ferias seguirán realizándose en la zona del estadio Patria.


MÁS DENUNCIAS
Varios vecinos advierten una clara injerencia política en este problema. Denunciaron que la Gobernación estaría avalando la instalación de esta feria, habiendo garantizado incluso la dotación de electricidad y agua. El pasado viernes se había anunciado que CESSA no instalaría puntos de acceso a la energía eléctrica.
Respecto a la posible injerencia de la Gobernación en este problema, el alcalde Torres dijo que es lamentable que la feria ingrese en el plano político. “El Gobernador sabe que hay que cumplir un cronograma de obras, es una pena que por hacer una limpieza para la instalación de casetas se paralicen las obras del muro perimetral del estadio”, criticó.

Agresión

Marcelo Torres, propietario de una vivienda de la calle René Calvo Arana, fue brutalmente agredido por una turba de comerciantes cuando pidió paso para guardar su vehículo en su garaje.

Frase

"Nos tapan todo, nos sentimos desprotegidos y prisioneros en nuestras propias casas”
Judith Durán / VECINA