Martes, 16 de diciembre de 2014
 

LA NOTICIA DE PERFIL

La leche de las vacas flacas

La leche de las vacas flacas

Paulovich.- Casi en las vísperas del Nacimiento del Niño Dios y cuando los niños y los viejitos bolivianos preparábamos nuestros “chullu-chullos”, pajarillos y tambores para adorar al Niño, llegó a mi casa la periodista cholita que me mantiene informado de lo que sucede en Bolivia y el mundo.
Inmediatamente percibí su tristeza y al igual que en otras ocasiones me acerqué a ella y le dije cantando en una de sus orejas: “Estás triste, negra, dime pues por qué, estando a tu lado tu negro adoradooooo…” La cochalita con honda tristeza me dijo con débil voz: “La leche de las vacas flacas ha subido de precio en un 20 por ciento pese a que el Ministro Arce Catacora había “blindado” las ubres de nuestras vacas flacas…”
Pedí a mi comadre Macacha que no se preocupara por mí pues ya soy viejito y puedo prescindir de ese alimento lácteo, pero ella no pudo evitar unos lagrimones al pensar en los desnutridos niños bolivianos de las ciudades y el campo.
A pesar de que nunca fui un “mamón” como las autoridades que nos gobiernan y que hoy lucen gordos, rozagantes y lustrosos, no pude menos que reconocer que ya comenzamos a vivir la época de las vacas flacas, de esas que nos dan más pena que leche.
Sin embargo, para aumentar mi desconcierto, la sagaz periodista cochabambina me anotició de la fantástica intervención de nuestro Presidente Vitalicio en la Cumbre de los Países que conforman la Alba que se realizó en La Habana bajo la mirada patriarcal de Fidel Castro y del finado Hugo Chávez, quien es convocado por expertos espiritistas.
Honestamente comuniqué a la inquieta periodista nacida en Quillacollo no hallarme informado de ese importante cónclave de marxistas trasnochados, explicándome que para los gobernantes no hay crisis de ninguna clase y resolvieron construir caminos, ferrocarriles interoceánicos y hasta un nuevo canal interoceánico en Nicaragua, mientras el Presidente vitalicio de Bolivia mascullaba en su interior planes energéticos correspondientes a la Era Nuclear.
El Socialismo Bolivariano avanza, pero en Bolivia ya ingresamos en la época de las vacas flacas que consiguieron elevar el precio de su leche en un 20 por ciento, mientras los choferes nos anuncian tarifas mayores para gozar de su aguinaldo correspondiente a este año.
Hablamos con mi comadrita acerca de la pobreza general que nos castiga, pero la cholita quiso curar mi depresión y me dijo: “Como la Navidad ya está muy cerca, le invito compadrituy a visitar unos puestos donde se expende ropa usada para caballeros no muy usados”, y marché feliz con ella, rogando al Cielo que encontremos ropa de mi talla porque con los años me he vuelto más pequeño aún.
Menos leche para nuestros niños y más ropa usada para los mayores, ésa es la instantánea actual de Bolivia después de nueve años de socialismo casi incaico.