Martes, 16 de diciembre de 2014
 

OPERATIVO. Policías australianos toman posiciones en las proximidades del lugar del hecho.
OPERATIVO. Policías australianos toman posiciones en las proximidades del lugar del hecho.

LA POLICÍA MATÓ AL SECUESTRADOR

Australia: Liberación de rehenes se salda con tres víctimas

Australia: Liberación de rehenes se salda con tres víctimas



Un clérigo musulmán radical se encerró en un café de Sidney con varios rehenes

Sidney/EFE

Tres personas murieron, el secuestrador y dos rehenes, y cuatro resultaron heridas cuando la policía australiana intervino ayer para liberar a las personas retenidas durante 17 horas por un supuesto clérigo musulmán en un café del centro de Sídney.
El secuestrador, que llegó a tener 17 rehenes, era Man Haron Monis o jeque Haron, un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, perteneciente a la línea dura y con antecedentes por violencia, que protagonizó numerosas protestas en Australia contra la intervención militar en Afganistán, según la Policía.
Las otras dos víctimas eran dos rehenes, una abogada de 38 años y un varón (el gerente del local) de 34, que fueron declarados muertos tras ingresar en un hospital, de acuerdo al informe policial.
Los heridos son tres mujeres, una de ellas con herida de bala, y un agente policial, que fueron atendidos en hospitales de la zona.
El comisionado Andrew Scipione, de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, declaró en rueda de prensa en Sídney que la situación llegó a un punto en el que hubo que tomar una decisión y subrayó que la operación policial llevada a cabo logró "salvar muchas vidas".
El llamado jeque Haron entró ayer en el local Lindt Chocolate Cafe, situado en la zona financiera Martin Place, en pleno centro de Sídney, y secuestró a las personas que había en su interior, personal y clientes.
Entre sus primeras acciones procedió a obligar a dos mujeres a que sujetasen una bandera en el cristal de la entrada con un mensaje escrito en árabe que decía: "No hay otro Dios que Alá y Mahoma es su profeta", la "shahada" o declaración de fe musulmana.
Una vez concluido el secuestro, el comisionado Scipione confirmó que el secuestrador llegó a tener 17 rehenes, de los cuales cinco se escaparon en las primeras horas y otros cinco momentos antes de que comenzase la operación policial.
Tras saber del secuestro, la Policía acordonó la zona, evacuó edificios y estableció contacto con el secuestrador que, según los medios locales, reclamó hablar con el primer ministro, Tony Abbott, y que le entregasen una bandera del Estado Islámico (EI).
Los cuerpos de seguridad decidieron intervenir después de cerca de 17 horas de secuestro, en la madrugada australiana.
Desde el exterior se vio gran actividad de agentes y se oyeron varias ráfagas de disparos que iluminaron el interior del café y alguna explosión.

Ambulancias

Ambulancias con personal sanitario y vehículos de bomberos se situaron en las inmediaciones para atender a los heridos, dos de los cuales necesitaron reanimación cardíaca.