Australia revisa su seguridad tras mortal secuestro
Australia revisa su seguridad tras mortal secuestro
Australia revisó ayer sus sistemas de seguridad tras la toma con rehenes de una cafetería en Sídney perpetrado por un desequilibrado, resuelta con una intervención policial que se saldó con tres muertos y seis heridos.
El primer ministro, Tony Abbott, calificó el secuestro de 17 rehenes como un acto de "terrorismo", aunque precisó que sería "equivocado" vincular el suceso con grupos extremistas.
El secuestrador era "un enfermo mental con un largo historial de delitos" conocidos por la Policía y por las agencias de Inteligencia, pero que a pesar de ello no estaba en la lista de sospechosos por terrorismo, dijo Abbott.
"Si tengo que ser sincero con ustedes, esta es la pregunta que nosotros nos hemos hecho en el Comité de Seguridad Nacional", enfatizó Abbott, quien se preguntó cómo alguien con un largo historial no fue vigilado más de cerca. EFE
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