La limpieza de la ciudad y los estudiantes
La limpieza de la ciudad y los estudiantes
Gastón Solares Ávila.- Como confirmando aquello de que la ciudad más limpia es la que menos se ensucia, se ha podido apreciar durante los últimos días calles menos sucias y no porque se haya hecho más eficiente la labor de limpieza, sino porque se ha terminado el año escolar y el universitario.
Se ha comprobado que los lugares más sucios son, precisamente, los que corresponden a los establecimientos de educación en todo nivel y esto no es censurable solamente para los estudiantes sino, y especialmente, para los maestros, también de todo nivel, porque al observar esta realidad, aunque nadie les instruya, deberían de motu proprio aprovechar sus clases para instar a los estudiantes a mantener la ciudad limpia.
En una interesante publicación de la Secretaría de Planificación y Ordenamiento Territorial del Gobierno Municipal, se incluye un informe sobre la campaña de “Sucre Blanca para Mayo” y otro denominado “Sucre te quiero limpia”. Aunque efectivamente se llevaron a cabo ciertas acciones en busca de ambos objetivos, no hubo campañas de largo aliento como las que se requieren. En el primer caso, fue sólo para mayo y, en el segundo, eran más recomendaciones para la época del proceso electoral.
El problema de la basura en Sucre es tan serio, que requiere de una verdadera cruzada, eficaz y permanente. La ciudad presenta imagen deplorable que da vergüenza, sobre todo durante los fines de semana. Lo primero que se debe hacer es una campaña de educación ciudadana que empiece en los jardines infantiles y alcance a todos los niveles.
Felizmente no todo es negro porque hay una reacción general, tanto por el esfuerzo de varias instituciones que se han agrupado con el nombre de Comité Custodio del Patrimonio y con el de Plataforma Municipal que ha reiniciado su actividad con verdadero entusiasmo durante los últimos dos meses, con objetivos concretos. A ambas instancias, hay que invitar a los ejecutivos de SEDUCA, lo que ya se hizo y quedó en suspenso por los problemas internos de esa institución, y a las autoridades de educación superior para coordinar con ellos una acción conjunta, que le devuelva a Sucre su tradición de ciudad limpia.
Por otra parte, hay necesidad de incrementar el número de basureros como los que se propuso en un proyecto que fracasó, porque no se lo implementó debidamente, por razones políticas como siempre. No se educó a la gente en escuelas, colegios, universidades, en el transporte público y mediante los diferentes medios de comunicación. Es decir, no hubo campaña. El resultado es el que tenía que ser, se destruyeron los pocos que se colocaron.
En toda ciudad importante, especialmente en aquellas que atraen turismo, existe gran cantidad de basureros, los que obviamente se vacían cada día. En cualquier parte del mundo, la principal función municipal es mantener limpia la ciudad, menos en la nuestra porque desde hace años no se puede dar solución a este agobiante problema.
La proliferación de canes sin dueño está íntimamente ligada a este tema porque los perros son causa de la peor basura. Es un espectáculo deprimente verlos destruyendo bolsas en busca de sustento. Ya es hora de que la Alcaldía tome cartas en el asunto y de que la Sociedad Protectora de Animales deje de levantar su voz de protesta sin sugerir una solución que evite el sufrimiento de estos animales que deambulan peligrosamente por las calles.
Ojalá se entienda esta nota como un clamor que insta a buscar soluciones como las sugeridas varias veces en esta columna, sin que hasta la fecha se haya aceptado ninguna, y no como una simple crítica ante la que, además, lamentablemente no se reacciona.
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