Jueves, 18 de diciembre de 2014
 

SIN FRONTERAS

Endogamia universitaria

Endogamia universitaria

Weimar Arandia.- La endogamia universitaria es una frase desconocida en nuestro medio. Sin tener mayores antecedentes uno podría pensar cualquier cosa, sin embargo, el término es utilizado en España y otros países para hacer referencia a un problema que está limitando la capacidad competitiva en investigación e innovación académica en ese país. Se trata de un fenómeno que no ha sido visibilizado ni parece tener gran repercusión en los hechos y es la contratación inmediata de un profesional formado en una universidad como parte de un cuerpo docente, es decir, que un joven de “la casa” pase después de los estudios a ser profesor en el mismo centro académico.
¿Pero no será beneficioso retener a los mejores en la misma universidad donde se han formado? Es cierto pero después de 10 o 15 años, cuando hayan ganado experiencia y sabiduría fuera de la universidad que le formó, dice una norma no escrita en el mundo académico anglosajón. Esta disposición tiene su origen hace más de 100 años cuando se comprobó que los estudiantes y después profesores o investigadores que desarrollaban su trabajo en el mismo centro universitario tendían a acomodarse y aprovechar sus relaciones para no esforzarse más en la innovación científica. Es decir, que como estaban en casa, no había necesidad de presionarse para ser mejor como sí podía suceder en un ambiente donde no existen tantas complicidades ni amistades.
Para los españoles está claro que esta práctica de la endogamia universitaria es una de las razones para que sus universidades estén a la cola en innovación científica en Europa y el mundo. Ponen como ejemplo que el último Premio Nobel español fue Ramón y Cajal en… 1906, en tanto que solamente una facultad de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, ha dado 32 galardonados desde entonces.
El debate sobre la endogamia universitaria en España se acrecienta con la crisis económica que vive el país desde hace algunos años, puesto que los profesores universitarios están en la mira por sus buenos salarios y sus cuestionables resultados en innovación científica. A la endogamia universitaria, se suma otra costumbre ibérica que es el “enchufe”, una práctica muy conocida en Los Andes que se refleja en el direccionamiento de los procesos de selección de los recursos humanos.
La relación entre procesos de selección de profesionales e innovación científica tecnológica es evidente y nada discutible, por ello que este debate debería también calar en Bolivia, que estaría más cerca de ser campeón mundial de fútbol que tener un Premio Nobel nacido en esta tierra. Esta meta que por ahora es una ilusión deberá comenzar con la selección de los mejores y no de los conocidos o los amigos, tal como señalaba en algún momento un colega tarijeño que en torno de broma decía que si Einstein llegaba a Tarija y ofrecía sus servicios a la universidad pública, con seguridad que se observaría si era tarijeño y si conocía a algunos de los que decidía o tenía alguna relación parental o de compadrazgo. Con seguridad que Einstein no hubiese sido contratado.