Viernes, 26 de diciembre de 2014
 

EUCARISTÍA. El Papa Francisco celebra la misa de Gallo en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
EUCARISTÍA. El Papa Francisco celebra la misa de Gallo en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

EL PONTÍFICE HIZO UN REPASO POR LAS GUERRAS Y MALES QUE AFLIGEN EL MUNDO

Papa Francisco lamenta que haya "muchas lágrimas en Navidad"

Papa Francisco lamenta que haya "muchas lágrimas en Navidad"



Francisco y el Patriarca de Jerusalén pidieron por los niños del mundo

El Vaticano/EFE

El Papa Francisco afirmó ayer que "verdaderamente hay muchas lágrimas en Navidad" al recordar a los cristianos perseguidos en Irak y Siria, el conflicto ucraniano, la epidemia del Ébola y los niños que sufren abusos en el mundo.
En el tradicional mensaje de Navidad, el Papa, asomado en el balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición "Urbi et Orbi" (A la ciudad y al mundo), hizo, al igual que el año pasado, un repaso por las guerras y males que afligen el mundo.
"Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús", exclamó.
Ante las decenas de miles de fieles que abarrotaron ayer la plaza de San Pedro, Francisco fue rogando a Dios por los lugares azotados por las guerras y comenzó por las poblaciones de "Irak y de Siria, que padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una persecución brutal".
"¡Qué la Navidad les traiga esperanza, así como a tantos desplazados, prófugos y refugiados, niños, adultos y ancianos, de aquella región y de todo el mundo", agregó.
Instó a que éstos "reciban la ayuda humanitaria necesaria para sobrevivir a los rigores del invierno, puedan regresar a sus países y vivir con dignidad".
Continuó recordando el conflicto en Tierra Santa, también Ucrania y las guerras en el continente africano.
En el mensaje de la segunda Navidad de su pontificado, Francisco mencionó a "los niños víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas, o forzados a convertirse en soldados, y a los niños abusados".
También pidió la intercesión del "Niño Jesús para los niños asesinados y maltratados antes de ver la luz, privados del amor de sus padres y excluidos por una cultura que no ama la vida".
Con voz triste, el Papa también pensó en los niños que viven desplazados, que vienen abusados y que mueren bajo los bombardeos ante "nuestros propios ojos y nuestro silencio cómplice".
"Su silencio impotente grita ante la espada de los Herodes. De los actuales Herodes", agregó.
Y pidió que Jesús "consuele a las familias de los niños muertos en Pakistán la semana pasada" y que sea cercano "a los que sufren por enfermedad, en particular a las víctimas de la epidemia de Ébola, especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea".
Sobre este asunto, renovó su llamamiento "a que se garantice la atención y el tratamiento necesario".

Incidente

Una supuesta activista del grupo feminista Femen intentó ayer llevarse la figura del niño Jesús del Belén instalado en la Plaza de San Pedro, pero fue detenida por agentes de la Gendarmería vaticana. La mujer, con el pecho descubierto y la palabra "God" (Dios) escrita en el cuerpo, irrumpió en la plaza de San Pedro ayer mientras el Papa leía su mensaje de Navidad.

El Patriarca de Jerusalén pide no olvidar a los niños

En sintonía con el Papa, el patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fuad Twal, exhortó en su homilía de la Misa del Gallo en la ciudad de Belén a reconstruir la Franja de Gaza y no olvidar a los niños víctimas de la violencia y la guerra en la región.
"Quiero hacer dos llamamientos desde este lugar. El primero es para la reconstrucción de Gaza y para la humanización de las condiciones de vida de sus habitantes", dijo Twal ante los miles de cristianos congregados dentro y fuera de la Basílica de la Natividad, el lugar de nacimiento de Jesús.
En presencia del presidente palestino, Mahmud Abás, y los cónsules generales de las potencias protectoras de Tierra Santa, Twal subrayó que "además de la humildad, el Niño de Belén nos recuerda el valor de la vida humana, creada a imagen y semejanza de Dios".
"Es verdaderamente doloroso saber que millones de niños sufren en el mundo, especialmente en Siria, Irak, el sur de Sudán, África Central, Nigeria y Afganistán, y no nos olvidemos de los niños de Gaza", insistió.
A juicio del religioso, "están sufriendo por razones absurdas" y en una reflexión sobre la situación en Tierra Santa, "en la que hoy descansa la mirada del mundo", dijo que "el Señor ha reunido aquí a los fieles de las tres religiones y los exhorta a que vivan en armonía".
"No se puede negar una memoria bíblica, inicialmente declarada por Dios sobre esta Tierra. Todos los fieles, judíos, musulmanes y cristianos, deben vivir juntos como iguales y con respeto mutuo", manifestó al recordar el conflicto armado que hace cuatro meses sacudió la región y causó unos 2.200 muertos en Gaza y 70 en Israel.