Viernes, 26 de diciembre de 2014
 

Homilía. Los fieles en la Catedral de Sucre, escuchando el mensaje de Jesús Juárez.
Homil�a. Los fieles en la Catedral de Sucre, escuchando el mensaje de Jes�s Ju�rez.

EL RECUERDO DEL NACIMIENTO DEL SALVADOR DE LA HUMANIDAD GENERA ESPERANZA

Iglesia en Sucre llama a compartir con los dem�s

Iglesia en Sucre llama a compartir con los dem�s

�Navidad es compartir con los dem�s; es hacer una vida familiar as� como hicieron Jes�s, Jos� y Mar�a; Navidad es intensificar la vida hogare�a mediante el di�logo, el amor, el perd�n, la tolerancia, la comprensi�n y el perd�n�, expres� el arzobispo de Sucre, monse�or Jes�s Ju�rez, la pasada jornada durante la santa misa de Navidad realizada en la Catedral de Sucre.
De esta forma, una vez m�s en el d�a de Navidad se record� la promesa de las escrituras hecha realidad: el nacimiento del Salvador de la humanidad, �cuando el �ngel, los arc�ngeles y el coro de �ngeles anunciaron la buena nueva del nacimiento de Jes�s, un momento maravilloso�, evoc� la autoridad eclesi�stica.
Algunos te�logos dicen que esa noche fue de reconciliaci�n de Dios con toda la humanidad, cuando la divinidad, el consolador del profeta Isa�as, descendi� para estar con los hombres, proclamando la paz y anunciando la salvaci�n.
Monse�or Ju�rez expres� su deseo de que Jes�s nazca en los corazones de cada uno de los hombres y mujeres para que llenos de j�bilo griten que �l es la voz del mundo, el verdadero libertador que nos libr� del pecado.
�En el mundo se derraman muchas l�grimas de dolor porque no hay paz, y no puede haber paz si no hay justicia y libertad�, dijo.
Agreg� que Dios con su nacimiento cre� un solo pueblo y le pidi� la promesa de nunca dejar solo a Jes�s, viviendo una vida cristiana de fraternidad, en armon�a con la naturaleza, porque el hombre es el protector de ella, en hermandad con los dem�s.
Asimismo, pidi� en oraci�n por la iglesia universal de Dios, porque todos reconozcan a la justicia, por el Papa Francisco y los obispos del mundo y de Bolivia, porque en todas las naciones del mundo reine la paz y la hermandad universal, por los pobres y los enfermos, por los desterrados y los emigrantes, los prisioneros, por los que est�n viviendo horrores en las guerra, por los muertos que ya no est�n m�s y porque un d�a en el reino eterno puedan contemplar el rostro de Cristo.
Dijo que no se debe olvidar que Dios proclam� la gloria en los cielos y la paz en la tierra, por los siglos de los siglos. Finalmente, pidi� a los fieles dar un gran aplauso por Jes�s.
Culminada la homil�a, Ju�rez procedi� a bendecir a decenas de im�genes de ni�os. Enseguida en el atrio de la Catedral los concurrentes compartieron unos bu�uelos.