Viernes, 9 de enero de 2015
 

ENTRE COLUMNAS

Los del MAS son menos

Los del MAS son menos

Rodolfo Mier Luzio.- La aventura populista se va desintegrando, conforme se van acabando los fondos, con los que se mantiene a un régimen carente de ideología; donde sólo el interés personal es el que cuenta. Los “militantes” de estos procesos de cambio no tienen (aunque digan lo contrario y se autocalifiquen de marxistas leninistas) una ideología cohesionadora que los una. En estos casos, donde mandan los movimientos sociales y el instrumento político, la unidad de quienes lo sostienen es absolutamente coyuntural;
y crece o decrece al ritmo de las prebendas que recibe, ya sea en dinero en efectivo, en “pegas” dentro del oficialismo o en los siempre cómodos curules parlamentarios, donde por sólo levantar la mano reciben un sueldo o una dieta que jamás habrían logrado con sólo haber cursado uno o dos años en primaria o no haber ido nunca a la escuela.
Mientras tengan el apoyo de quienes nombran a los candidatos cada cinco años, están tranquilos y dispuestos a salir a las calles para mostrar la fuerza y tener una obediencia ciega a sus mandantes por mantenerlos en situaciones de privilegio. Esos, ya han probado las mieles del Poder y perder esa ventaja es algo doloroso y hasta humillante: por eso, se aferran a la situación que tienen dentro del instrumento político. Pero, si han perdido ese privilegio les da pataleta, chillan, maldicen y hasta se atreven a crear “movimientos paralelos”, para lograr su propia relección por otros caminos, dando la espalda a quien, alguna vez, les brindó su confianza y apoyo.
Probar los beneficios del Poder y luego ser despojado de él, debe ser impensable. Quienes están ahora de candidatos, cuando consideren que ya no son útiles a sus propósitos populistas, harán lo mismo; así, en progresión geométrica, hasta convertirse en grupos altamente peligrosos, contestatarios, rebeldes y, lo que es peor, resentidos con sus antiguos mandantes y capaces de todo, para recobrar antiguos privilegios. Es por eso, que los dirigentes del MAS se arrepienten de haber incorporado a sus filas a quienes ellos ahora no consideran genuinos representantes de grupos originarios campesinos; por una simple razón, ellos son más obedientes, sumisos y manipulables por una burguesía emergente que se ha apoderado verdaderamente del “Instrumento”; porque además, tienen poder económico, del que carece el campesino de base.
Una influyente dirigente del MAS, que pertenece a esa nueva burguesía nacida en el Instrumento Político, ha sido clara: “Hemos sido muy buenos al ser incluyentes", explicó la dirigente nacional, al precisar que el sector campesino es "mal asesorado" y "utilizado" por intereses extranjeros para fracturar las candidaturas del MAS. Reconoce que el campesino es “utilizado”, pero se equivoca al definir quién lo hace.
La falta de una ideología que pueda unirlos, los apetitos personales y la necesidad de cambiar de estatus hacia la burguesía emergente, hacen que los del MAS sean cada vez menos, pese a los refuerzos que, dicen, han llegado desde la CIA.
Por lo menos...esa es mi opinión.