EDITORIAL

El circo electoral de Sucre

Grupos de amigos, círculos familiares, redes de interés económico y parásitos de la política local configuran, de manera dominante, las candidaturas de las distintas agrupaciones políticas que buscarán el control del Municipio de Sucre en las próximas elecciones subnacionales.
Los mismos personajes, protagonistas de gestiones públicas cuya responsabilidad por el estado de postración y estancamiento de la ciudad no está en duda, han vuelto a entrar en escena para ocupar las listas de candidatos sobre todo de las agrupaciones políticas de oposición; y lo han hecho concentrándose únicamente en la Alcaldía de Sucre, antes que en la Gobernación de Chuquisaca o en los municipios rurales, en los que el partido gobernante tiene una presencia política aventajada.
Los diferentes grupos y actores políticos que confluyeron en torno a la actual administración municipal, se han reorganizado en al menos cuatro siglas distintas en un desesperado intento por mantener el control de la Alcaldía de Sucre, a la que han convertido en nada más que una agencia de empleos al servicio de la voracidad de pequeños grupos y redes de interés económico.
Los engendros del pernicioso “oenegeísmo” (de ONG) fomentado por el extinto Movimiento Bolivia Libre, los oportunistas de La Calancha y de la denominada crisis de la Capitalidad y, por último, los actores universitarios que han traslado su disputa por el control de San Francisco Xavier al Municipio local, configuran las tres vertientes de candidatos que buscan hacerse del control municipal en esta Capital.
Está en juego, pues, salvando muy honrosas excepciones, la insaciable ambición de la misma cuadrilla de funcionarios, dirigentes y personajes que han controlado, durante más de una década, las instituciones públicas, y de manera particular, el municipio de Sucre, con total ineficiencia e ineptitud y con resultados calamitosos que se traducen en la actual y penosa situación de la ciudad Capital en todos los órdenes.
De ninguna manera, como sucedió ya en el pasado y se reproduce hoy, parece ser de interés de los aspirantes al control del poder municipal el desarrollo planificado, ordenado y con visión de futuro de Sucre. Menos todavía, el compromiso de promover y articular políticas públicas que estimulen el crecimiento económico de una ciudad azotada cada vez con más fuerza por la ausencia de posibilidades y alternativas de estabilidad y progreso para quienes en ella habitan.
Así, la puesta en escena de las candidaturas políticas de oposición para las próximas elecciones que renovarán la conducción de las gobernaciones y municipios del país, se ha traducido en la ciudad de Sucre en un espectáculo circense protagonizado por los mismos actores y cuyas consecuencias se dejan ya sentir en la generalizada desmoralización y desilusión ciudadanas.