EDITORIAL
Desafíos empresariales
Desafíos empresariales
El país y Chuquisaca están ingresando en un período difícil que será posible enfrentar sólo si hay propuestas de desarrollo concretas, programas de inversión masiva y acuerdos de largo plazo
La caída de los precios del petróleo ha hecho que el Presidente del Estado –al parecer más preocupado por el fenómeno que muchos de sus más estrechos colaboradores– anuncie la adopción de una serie de medidas para impedir que sus consecuencias afecten en forma desmesurada al país. Entre otras, dijo estar dispuesto a que se utilicen alrededor de tres mil millones de dólares de las reservas internacionales para este fin y la predisposición de concertar acciones con todos los sectores de la sociedad.
Los empresarios cruceños le tomaron la palabra y le propusieron establecer una agenda de trabajo para hacer que la dependencia de los recursos naturales se aminore, con un fuerte incentivo a la producción interna a través del sistema privado. La propuesta fue recogida y se han reunido autoridades del Gobierno con representantes de los diversos sectores productivos cruceños estableciendo una agenda de trabajo para elaborar propuestas dirigidas a ampliar la producción nacional.
Se trata, sin duda, de una oportuna iniciativa del empresariado cruceño que superando diferencias de orden político ha establecido una fluida relación con el Gobierno. Se trata, por lo demás, de una relación en la que las dos partes –y, por tanto, el país– ganan porque una adecuada inversión de recursos permite un mayor y más equilibrado crecimiento de la economía, lo que se traduce en nuevas fuentes de trabajo, impuestos y la cadena que conduce al desarrollo.
En este sentido, bien haría al país que los empresarios de los otros departamentos emulen la iniciativa de sus colegas cruceños que, de acuerdo con las mismas autoridades estatales, “piensan en grande” y hacen propuestas viables que probablemente el Gobierno apoyará.
El país y Chuquisaca están ingresando en un período difícil que será posible enfrentar sólo si hay propuestas de desarrollo concretas, programas de inversión masiva y acuerdos de largo plazo que permitan, por lo menos, no seguir cayendo en el puesto de los departamentos menos desarrollados del país.
Puede ayudar a encontrar ese norte la nueva elección de gobernador y alcaldes. En este sentido, bien harían el futuro Gobernador y los próximos burgomaestres si abren un debate sobre el destino chuquisaqueño, superando la inercia de los últimos años, que ha provocado una virtual parálisis y dispersión de esfuerzos y recursos. Pero, por lo que se comenta, son los empresarios los que tienen un desafío muy grande o la historia los sobrepasará. (Reedición)
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