Domingo, 25 de enero de 2015
 
Como si no

Como si no

Fray Jes�s P�rez Rodr�guez, O.F.M..- En las celebraciones lit�rgicas, estamos en el ciclo B, y se lee el evangelio de Marcos a lo largo de este a�o, excepto del domingo 17 al 21, que se leer� el evangelio de Juan. Por ello, ser� de gran provecho para todo cat�lico leer durante este a�o el evangelio de Marcos, Habr�a que hacer un generoso esfuerzo para encontrar alg�n comentario al evangelio de Marcos que nos ayude a entender a este evangelista. Marcos fue el inventor de esta forma literaria a la que los cristianos estamos ya acostumbrados, el evangelio o la Buena Noticia de la salvaci�n que nos ha tra�do Cristo al encarnarse. El evangelio de Marcos se le considera el primero entre los cuatro y escrito antes del a�o 70.
Para Marcos, las primeras palabras de Jes�s al iniciar su vida p�blica constituyeron la llamada a aceptar el reino de Dios, a convertirse. Estas palabras siempre ser�n actuales, �convi�rtanse y crean en el evangelio�. Estas palabras est�n en el primer cap�tulo, en la llamada a los primeros cuatro ap�stoles, dos parejas de hermanos, los cuales respondieron de inmediato al llamado para ser disc�pulos de Jes�s.
Jes�s llama a colaboradores para la difusi�n del reino de Dios. La hizo Dios Padre en el Antiguo Testamento vali�ndose principalmente de los profetas que ten�an la misi�n de hablar en nombre de Dios. Dios se sirvi� de ellos dot�ndoles de cualidades especiales, aunque a veces, estos hombres ten�an no pocos defectos. Lo mismo hace Jes�s al iniciar el anuncio del reino de Dios que est� cerca. Hoy tambi�n sigue llamando Cristo.
La respuesta de las dos parejas de hermanos a los que Jes�s llam�: �Inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron�, �Dejaron a su padre Zebedeo en la barca y se marcharon con Jes�s�. La llamada y la respuesta son definitivas. Dios llama para siempre. Hoy se buscan tantos motivos falaces para hacernos creer que la llamada de Dios no puede ser para siempre.
El ejemplo de estos ap�stoles nos invita a reflexionar a todos los cristianos �todos somos llamados� sobre la llamada de Dios a cada uno. Dios sigue llamando de diferentes maneras: en los sacramentos nos llama a vivir la gracia de una verdadera y profunda comuni�n con �l. Se nos invita a llevar una vida espiritual ordenada. Encontramos a tantas personas que s�lo comulgan o se confiesan cuando tienen tiempo. �Qu� significa tener tiempo? Dios llama a todo cristiano a ser mensajero del evangelio; el cristiano, por vocaci�n debe ser disc�pulo misionero.
Insistentemente el Papa Francisco nos llama a ser miembros activos en la iglesia y en el mundo. A contribuir a la acci�n evangelizadora de la Iglesia en la familia, en la parroquia, en los diferentes movimientos a los que se puede pertenecer. Para comprometerse y tener tiempo es muy necesario un cambio de mentalidad, una aut�ntica conversi�n. Los bautizados formamos la Iglesia y por ello estamos llamados a contribuir en el crecimiento y perfeccionamiento de la Iglesia.
Cristo comienza el anuncio del reino de Dios con la llamada a la conversi�n, como dije m�s arriba. Conversi�n significa cambio de mentalidad. La conversi�n es algo profundo que cambia la direcci�n de las personas en su vivir diario. As� vemos en el evangelio de hoy como aquellos cuatro ap�stoles escucharon la voz de Jes�s e inmediatamente abandonaron a su padre, a la madre y a todo lo que ten�an, para seguir Jes�s.
Responder al llamado exige creer en el evangelio, cambiar el coraz�n y salir de s� mismo. El Papa Francisco nos dice que la Iglesia debe estar en �salida� para anunciar la Buena Noticia. Hay que cambiar el modo de sentir, de juzgar, de valorar las cosas. Convencerse que es tiempo perdido aquel que no se vive en la gracia, en el amor, la justicia.
San Pablo en la segunda lectura de hoy, primera carta a los Corintios 7,29-31, nos invita a relativizar las cosas. Relativizar significa dar a cada cosa la importancia que tiene. No considerar como absolutos los valores que no lo son, ni como �ltimos a los que son pen�ltimos. Pablo utiliza el �como si no�, varias veces. �Que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran...�. La Palabra de Pablo nos est� invitando a preguntarnos: �Qu� importancia tiene Cristo en nuestra vida? �Qu� importancia tiene para nosotros el que muchas personas en nuestro alrededor no conozcan a Cristo? Hay que aprender a relativizar las cosas para poder responder el llamado de Dios. El llamado de Dios tiene sus exigencias.