Jueves, 29 de enero de 2015
 

LA NOTICIA DE PERFIL

Elecciones y Carnavales

Elecciones y Carnavales

Paulovich.- Por un extraño designio del dios Momo y del dios Evo, en los festejos de Carnaval y la “fiesta cívica” como se acostumbra llamar a las elecciones (sean éstas fraudulentas o no) los bolivianos bailaremos, nos disfrazaremos y votaremos casi simultáneamente.
Esa feliz coincidencia ha revuelto los sesos de la cholita que me colabora periodísticamente y que hoy se puso a bailar y entonar para mí una pieza que está de moda y que dice “quiero bailar contigo, vivir contigo…” y otras tonterías ya inapropiadas para un respetable caballero como soy yo.
Cuando ella bajó el tono de sus insinuaciones alegres y bailables, le pregunté a mi subordinada profesionalmente qué noticias importantes se habían producido en la jornada, respondiendo mi alegre comadre de Quillacollo: “No hay nada importante, jefecito, a no ser que a usted le importe mucho saber que la campaña electoral comienza y que los candidatos ensayan delante de sus espejos la mejor de sus sonrisas…”
Iba a decirle que tal noticia me parecía importante, pero la alegre cholita me sorprendió diciendo: “Le cuento, jefecito, que acabo de cancelar nuestras cuotas atrasadas en nuestra Fraternidad Folclórica ‘Los Negritos simpáticos de Potopoto’ y muy pronto viajaremos a Oruro para los últimos ensayos carnavaleros”.
Quise decirle a mi comadrita que yo no estoy para esos trotes bailables pues ahora solamente bailo en la boca de la gente, pero la pícara cholita me tapó la boca diciéndome: “No se olvide, compadre que si no va a Oruro para bailar en honor de la Virgen del Socavón incumpliría su juramento realizado el año pasado y se expondría a graves castigos…”
Aunque mi batalla estaba perdida, traté de explicar a mi comadrita que yo consideraba un deber cívico votar en la ciudad de La Paz en vez de estar brincando en las calles y avenidas orureñas, pero ella se rió en mis barbas y me dijo: “Usted y yo sabemos que Evo ordenó a sus subordinados ganar la Gobernación y la Alcaldía de La Paz, entonces ¿para qué dejar de divertirnos bailando en Oruro si su voto no servirá para nada…?”
Preferí callar ante la lógica implacable de las polleras de Macacha y preferí culpar al destino de la coincidencia en el tiempo de tener que votar y al mismo tiempo tener que bailar en honor de la Virgencita del Socavón gracias a la contribución económica de mi bendita comadre que me suministrará el dinero suficiente para tal efecto.