La gastronomía y el turismo
La gastronomía y el turismo
Ronald D. Poppe Ponce .- El desarrollo turístico permitió que el concepto de alimentación incorporado a esta actividad económica evolucione desde sus raíces históricas y más generales, asociadas a la industria de la hospitalidad, hacia el significado más amplio de turismo de alimentos, haciendo de los productos alimenticios una importante herramienta para la promoción de destinos.
Los alimentos son utilizados ahora para desarrollar nichos de mercado, sustentar identidades regionales, desarrollar un turismo de calidad y un turismo sustentable.
La identidad turística de Sucre hace esto posible, pues en las varias oportunidades de festivales de demostración de la comida chuquisaqueña que la asociación de chefs de Sucre ha llevado a cabo, hemos sido testigos de las grandes posibilidades de crecimiento que tiene el sector gracias a la herencia ancestral de las materias primas andinas en una simbiosis con la herencia española y francesa que tuvieron su presencia en nuestro territorio por distintos motivos en la historia.
Gastronomía es el estudio de la relación entre cultura y alimento. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte de cocinar y los platillos en torno a una mesa. Sin embargo, ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida. De esta forma se vinculan Bellas Artes, ciencias sociales, ciencias naturales e incluso ciencias exactas alrededor del sistema alimenticio del ser humano; de allí que este un gran nexo entre gastronomía e identidad cultural.
Con toda seguridad que el aporte más grande de las posibilidades gastronómicas no se refiere solo al aspecto económico, sino al cultural. Se ha convertido en un factor de reafirmación de identidad, de revaloración de comidas y sentimientos regionales y de los productos agropecuarios regionales y nacionales.
La posibilidad de introducir la gastronomía chuquisaqueña como parte integrante del producto turístico en el mercado nacional y/o internacional, debe ser prioridad ante la expansión de los Foodies (Foodie es un término inglés informal para una clase particular de aficionados a la comida y a la bebida).
La búsqueda de una estrategia que permita visualizar una medula gastronómica propia que rescate ese sincretismo y lo proyecte como parte vital en el producto, es necesaria y urgente para consolidar el desarrollo del turismo cultural en esta ciudad patrimonial y el Departamento de Chuquisaca.
Desde esa visión, el boom de la gastronomía permite aumentar no solo la demanda a nuestra oferta tradicional, sino que provoca un impacto positivo sobre el sector agropecuario, porque últimamente se ha elevado la demanda de cereales, tubérculos, carnes, embutidos, frutas y hierbas en beneficio de los hombres del campo. Esto podría, a su vez, producir precios más competitivos para los insumos y llevarnos a desarrollar mejores cultivos y ganados. Por ello, es necesario apoyar este escenario en beneficio del desarrollo turístico.
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