SIN FRONTERAS
Paraísos fiscales
Paraísos fiscales
Weimar Arandia.- La digitalización de la información ha dado lugar a la era de las filtraciones en el mundo. Desde hace algunos años, oscuras prácticas de potencias mundiales relacionadas con el espionaje político y tecnológico han salido a luz pública gracias a la filtración de información digitalizada, que ha conmovido a la opinión pública mundial a través de los medios de comunicación. La ciudadanía escucha este tipo de información como confirmación de rumores que, en alguna ocasión, suelen ser calificados de disparatados. Es el caso del sistema de espionaje de las comunicaciones de líderes mundiales, que compite en imaginación y osadía con cualquiera de las ficciones de James Bond, el famoso agente británico 007.
Hace pocos días el turno ha sido de la información bancaria relacionada con los paraísos fiscales, que son jurisdicciones territoriales con normas bancarias totalmente laxas en cuanto al origen de las divisas así como impuestos mínimos a la tenencia y transferencia bancaria. Gobiernos, políticos, monarcas, famosos artistas, deportistas y otros afortunados suelen ser clientes de privilegio en paraísos fiscales como Suiza, donde el banco británico HSBC tiene una filial de la cual se ha filtrado la lista de clientes con jugosas así como discretas cuentas, que incluye a algunos bolivianos como depositantes.
No solo individuos y gobiernos suelen aprovechar de los paraísos fiscales para camuflar grandes cantidades de dinero sino también grandes empresas multinacionales suelen tener filiales en paraísos legales para, a través de éstos, evadir el pago de impuestos y, por supuesto, conseguir mayores ganancias de las que tienen.
Al encontrarse en territorios independientes, los paraísos fiscales están sometidos a la soberanía del Estado que los cobija y esto reduce la capacidad de los sistemas nacionales de control de movimiento de divisas. Sin embargo, desde la sociedad civil han surgido una serie de redes periodísticas y civiles que realizan un rastreo para establecer un mapa de la fuga de capitales, en especial de países pobres en beneficio de multinacionales que tienen su centro de operaciones en países industrializados. Una de esas iniciativas se denomina Publish What Your Pay o traducido al castellano como Publica lo que pagas, un mensaje dirigido a las grandes compañías petroleras y mineras que explotan recursos naturales en países en desarrollo. Economistas, abogados y periodistas comprometidos trabajan para transparentar las prácticas de las multinacionales para que éstas paguen las regalías y los impuestos justos en países pobres donde explotan los recursos naturales.
Así como la tecnología con la digitalización ha posibilitado un mejor rastreo de las rutas opacas de los capitales en el mundo, los grandes evasores de impuestos también aprovechan de un complejo y sofisticado entramado financiero y legal para mantener el alto margen de ganancias con sumas de capital asombrosas para un 99 por ciento de la población mundial.
El telón de fondo de esta trama compleja es que unos cuantos privilegiados quieren acumular más capital a costa de los impuestos nacionales que, de manera más o menos eficiente, benefician a los Estados y a la colectividad.
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