BUSCANDO LA VERDAD
Una oportunidad de oro…
Una oportunidad de oro…
Gary Antonio Rodríguez Álvarez .- Ningún gobierno en la historia republicana tuvo, no solo la continuidad, sino también la “suerte” del actual, para intentar hacer un cambio trascendental en el país. Y, es sabido que cuando la ocasión se presenta hay que aprovecharla, pues raras veces una segunda oportunidad resulta igual y ¡mucho menos una tercera!
Han sido diez años de bonanza económica como nunca antes, diez años de un poder casi omnímodo para romper estructuras anquilosadas en un pasado injusto e intentar construir un mejor país en lo económico y social a través de un proceso de cambio que hoy corre el riesgo de hacer aguas si es que las finanzas del país empiezan a flaquear. No hablo del 2015 –sino de más allá– porque no discuto que Bolivia pueda crecer al 5.9% este año a costa de un mayor endeudamiento, aunque –de haberse hecho bien las cosas– deberíamos haber estado creciendo a tasas asiáticas, pero no lo hacemos.
¿Por qué el título? Porque en función del preocupante escenario económico que el señor Presidente del Estado Plurinacional intuye de aquí en más, se abre la posibilidad de hacer las cosas bien para desarrollar una parte importante de la economía, por lo que confío en que –rompiendo mitos, dejando atrás prejuicios y sobre todo, escuchando al sector agroproductivo– se trace una senda pragmática de progreso para que todos los bolivianos vivamos bien.
Me refiero a la Cumbre Agropecuaria “Sembrando Bolivia” que se determinó llevar adelante para convertir al país en una gran potencia agroalimentaria como lo han dejado entrever no solo el Presidente sino también el Vicepresidente del Estado, desde el acople de la Agenda del Bicentenario con la Agenda Agroproductiva 2025 lograda el 2013 en un gran Foro en Santa Cruz.
La expectativa de que el Gobierno “marque una diferencia” está generada, y no es para menos, especialmente cuando casi todos los anteriores –neoliberales, como los llaman– no atendieron las necesidades de tan importante sector productivo que en la generalidad de los países más bien es defendido, mimado, protegido por razones estratégicas y ¡hasta de Seguridad Nacional!
Por eso la oportunidad de oro a la que me refiero, de hacer algo distinto y bien, consolidando la soberanía alimentaria plena de Bolivia, convirtiéndola en un granero en el Oriente y en el Occidente –con la soya y la quinua como buenos ejemplos de exportación– cada región con su vocación, particularidades y opciones de progreso y desarrollo: la oportunidad de oro de que don Evo Morales Ayma haga historia… ¿o no?
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