INVESTIGACIÓN. Dos de las momias de la cultura Mojocoya que son sujeto de estudio para determinar su dieta en vida.
ANALIZAN EL CABELLO DE LAS MOMIAS DE MUSEO ARQUEOLÓGICO
Estudios buscan conocer la dieta de la cultura Mojocoya
Estudios buscan conocer la dieta de la cultura Mojocoya
Juan Pedro Debreczeni
Estudios sobre muestras capilares intentan descubrir la dieta de las momias de la cultura Mojocoya que se preservan en el Museo Antropológico de la Universidad San Francisco Xavier. El propósito es conocer cuáles eran los cultivos y alimentos que disponía esa población de Chuquisaca Centro hace más de 1.000 años.
El director del Instituto de Investigación Arqueológica y Antropológica y del Museo Antropológico de la Universidad, Edmundo Salinas, explicó que en el marco de los estudios científicos sobre restos humanos y momias que se conservan en el museo, se trabaja en varias áreas, entre ellas análisis de ácaros y testimonios microbiológicos en una momia que rescataron el año pasado en el municipio de Tomina.
“En tres semanas, con los resultados vamos a poder tener la información contextual del objeto, porque carece de información, es una momia masculina en posición genuflexa”, explicó.
Dentro del mismo campo, en colaboración con una universidad del extranjero realizan un estudio sobre dietas alimentarias en base a un análisis de los cabellos de las momias.
“Es una tecnología y metodología que se ha desarrollado en el extranjero recientemente y estamos trabajando con estos avances para poder conocer a través de estos estudios las dietas que tuvieron estos restos humanos”, dijo.
importancia de los estudios
Estos estudios son importantes puesto que permitirán saber de qué se alimentaban estas personas, y con ello conocer detalles sobre los cultivos que trabajaban, qué tipo de carnes cocinaban, si eran fruto de la caza o ganadería, además de la composición de tubérculos, granos y otros alimentos que cultivaban.
Son tres restos sobre los cuales se hacen los estudios, momias de la cultura Mojocoya, cuya antigüedad data de entre 1.000 a 1.200 años.
Del mismo modo, Salinas explicó que se realizan estudios sobre el hongo Cladiusporium STP que cubre la superficie de las momias y puede deteriorarlas. “Las momias se enferman también y tenemos que curarlas”, comentó Salinas al señalar que este hongo forma una pátina de color blanco en la superficie de estos cuerpos.
“Es un hongo muy común que convive en nuestro ambiente y es muy común en el maíz, es posible que en algún momento algunos envoltorios que utilizaron en el ajuar funerario de las momias se hayan utilizado bolsas que en algún caso contuvieron maíz, entonces de ahí viene, pero nosotros lo controlamos”, añadió.
Otras acciones
Este año el Instituto desarrollará otros trabajos de gabinete y laboratorio sobre piezas cerámicas y líticas. Además de trabajo de campo en varios municipios que solicitaron apoyo de la institución para rescatar su patrimonio arqueológico.
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