Domingo, 15 de febrero de 2015
 

Una escena del partido y una de las celebraciones del cuadro del Real Madrid. Ayer venció 2-0 y se mantiene como líder.
Una escena del partido y una de las celebraciones del cuadro del Real Madrid. Ayer venció 2-0 y se mantiene como líder.


Isco pone luz en un Real Madrid sombrío

Isco pone luz en un Real Madrid sombrío

Madrid / EFE

Isco Alarcón alumbró a un Real Madrid aturdido y bajo de confianza tras el varapalo del derbi ante el Atlético, y le guió a un triunfo de 2-0 ante un Deportivo serio que vio de cerca puntuar por momentos, en un ambiente tenso en el Santiago Bernabéu, con Cristiano Ronaldo cabizbajo y alejado de su nivel.
El juicio en el Bernabéu dejaba un clima difícil para jugar tras una semana en la que la goleada en el derbi del Calderón y la fiesta posterior de Cristiano Ronaldo provocó que se hablase de todo menos fútbol.
No hubo reproches para Cristiano, a quien se le puede señalar un error pero en la vida acusar de falta de compromiso, es otra cosa.
Se mascaron los nervios en un arranque que marcaría la tarde. La obligación a reaccionar llevo al Real Madrid a salir con fe y adueñarse del balón.
Esa superioridad inicial no la plasmó en ocasiones un Real Madrid falto de autoestima. El respetable pedía más esfuerzo con su cántico pero lo que faltaba era criterio en la construcción. Tuvo que aparecer Isco para conectar con el tridente ofensivo, en el que estaba Cristiano rumiando su ansiedad por volver a brillar.
Se mascaba el gol, con Benzema rondándolo sin acierto, rematando contra Laure con todo a favor y en la siguiente jugada a Lopo. Al tercer intento buscó asistir a Cristiano que en boca de gol no llegó por milímetros y vio cómo el balón caía a Isco que ya había desenfundado el arma de francotirador para ajustar su mirilla. Control de balón, cuerpo colocado para ajustar su disparo al poste contrario y golazo (1-0).
Se esperaba goleada en la reanudación y el inicio del segundo acto dejó a todos estupefactos. El Deportivo dominó y sacó a relucir problemas de un Real Madrid partido, con cuatro atacando sin sacrificio defensivo de Bale, Cristiano ni Benzema, Isco corriendo por todos y el resto defendiendo.
El Real Madrid no carburaba, en las antípodas de aquella imagen imponente que le condujo a un récord histórico. En Riazor justo comenzó su racha de 22 triunfos endosando ocho al Depor. Hoy añoraba a jugadores como James o Modric, futbolistas que dan ritmo e impiden que ataquen solo tres y el resto miren mientras toman aire. A expensas totalmente de sus individualidades.
Cristiano chutó a las nubes una falta desde la frontal, Benzema escorado a manos de Fabricio y el francés puso la sentencia tras asistencia de Cristiano, definiendo con calidad ante la salida desesperada del portero gallego. Balón picado a la red como castigo al buen segundo tiempo del Deportivo (2-0).
Apenas dejó más un líder que atraviesa por un momento bajo y que no tuvo la reacción de fuerza esperada. El debut del brasileño Lucas Silva, fuera de su verdadera posición cuando su entrada pudo liberar a Kroos, y una falta de Bale que sacó de puños Fabricio mientras Cristiano realizaba el último intento sin encontrar portería y golpeando con rabia al césped entre la desesperación. Imagen de un Real Madrid que debe recuperar autoestima.