EDITORIAL
El centralismo se afianza
El centralismo se afianza
La condición para que exista un Consejo Autonómico real y no de apariencia es reconocer que la ciudadanía ha ratificado en varias oportunidades que quiere vivir en democracia y bajo un régimen autonómico
La esperanza en que con la convocatoria al Consejo Nacional de Autonomías se reimpulsaría el proceso autonómico en el país duró poco. Las declaraciones de las principales autoridades del país han mostrado, con claridad, que por lo menos en esta gestión el propósito es , más bien, mantener si no profundizar el centralismo en el Órgano Ejecutivo, siempre demandante de más y más recursos, y ofertante de menos eficiencia y poca transparencia.
Es lo que se puede colegir de la afirmación presidencial de que lo que corresponde es “pensar en cómo fortalecer el modelo de Estado Plurinacional que ha sentado soberanía económica en tan poco tiempo”, y, sobre todo, de la advertencia vicepresidencial de que “cualquier debate tiene que garantizar (...) tres pilares inamovibles del desarrollo de nuestro país: modelo económico plurinacional exitoso, plan de gobierno aprobado por la población en las elecciones de 2014 y Agenda 2025”, y luego de asegurar que una “virtud” de que el gobierno central concentre recursos es que puede equilibrar los ingresos de las regiones con “inversiones fuertes”, como ha sucedido con el teleférico paceño o la construcción de hospitales de cuarto nivel, reiteró que este “modelo económico (...) no es objeto de debate. Cualquier debate de Pacto Fiscal debe garantizar la sostenibilidad y continuidad de este modelo de desarrollo plurinacional exitoso para todos los departamentos” (obviamente, como es norma en el discurso oficial no se hace ninguna mención a los ingresos extraordinarios percibidos por el incremento de los precios de los recursos naturales que explican, en buena parte, los éxitos del modelo).
Está claro, pues, que la vocación política predominante es seguir fortaleciendo la administración central en desmedro de los gobiernos departamentales y municipales, sin percatarse de que ese modelo, fundamentalmente rentista como señalan varios entendidos, ya no responde a las necesidades del país, más aún cuando es previsible que comience una etapa de “vacas flacas”. Peor aún, si se quiere introducir al Consejo Autonómico a representantes de los movimiento sociales afines al MAS.
La preocupación aumenta cuando se afirma taxativamente que el modelo económico “no está en debate”, olvidando que en un sistema democrático, que es el que rige en el país, todo puede y debe ser debatido y que sea la ciudadanía la que decida. Además, esta frase muestra la poca importancia que se da a la historia. Varios exponentes de la corriente liberal vigente hasta 2006 en el país aseguraban que cualquier otra opción estaba condenada al fracaso... Pero, los hechos demuestran que la humanidad no acepta ningún tipo de pensamiento único, más aún cuando las ideas evolucionan y se crean corrientes regionales y mundiales que van transformando la vida de los pueblos.
Por lo señalado, la condición para que exista un Consejo Autonómico real y no de apariencia es reconocer que la ciudadanía como ahora apoya mayoritariamente al Presidente del Estado, también ha ratificado en varias oportunidades que quiere vivir en democracia y bajo un régimen autonómico con amplia participación social independiente y no cooptada.
En este contexto debe darse el debate. Lo demás es muy peligroso.
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