LA NOTICIA DE PERFIL
Día de los Kaibitos
Día de los Kaibitos
Paulovich.- Ayer se celebró el Día del Adulto Mayor, más conocido en el mundo del cholerío como el Día de los Kaibitos, término más aceptable que el día de los achachis o de los achachilas.
Entre las celebraciones más entusiastas, debo referirme a la Fiesta de los ochentañeros que organizaron mis amigos Yatiris en los salones del Naiclú “Malena” en honor de los longevos que todavía “soplamos” cual sugiere la canción popular “siglo soplando como varón….”
Al recibir la invitación para el bailongo, fue mi pariente espiritual quien procedió de inmediato a masajearme los “ttusus” (léase pantorrillas), pies, piernas, cintura, caderas y hombros, engrasando con aceites y ungüentos todas las esquinas de mi fatigada osamenta, procediendo luego a bañarme en agua caliente, cerrando sus ojos pudorosamente al llegar a zonas non sanctas. Luego procedió al secado y fumigado para culminar su noble tarea con obras de maquillaje y peinado moderno.
Cuando procedía a vestirme, pregunté a mi comadre Macacha si la invitación del “Malena” prescribía algo sobre los calzoncillos que deberíamos lucir los agasajados para tal ocasión, comunicándome la cholita cochabambina que yo debería lucir calzones como “allá en el Rancho Grande”, “De los comienzo de lana y los acabo de cuero”, encontrando unos parecidos en el fondo de uno de mis baúles.
Le pregunté a mi pareja qué clase de calzones luciría ella, respondiendo la cholita de Quillacollo que ésa era un sorpresa en honor a su pareja que era yo, lo que incrementó mi curiosidad y expectativa.
Después de tan prolija preparación de su achachi-pareja, me condujo a El Alto en mi motocicleta Harley Davidson.
Inauguró la fiesta de los ochentañeros el yatiri Calimán, quien habló sobre el increíble hombre longevo, asegurándonos que Bolivia es un país de longevos y que esta palabreja viene de las palabras inglesas “long y Evo”, asegurándonos que por ese motivo tendremos a un Evo por “long time”, explicación que preocupó a muchos, mientras algunos se sintieron felices.
Felizmente, vino a continuación el baile de evocación quinceañera donde los llamados “achachis” pudimos bailar el charleston y el bugui bugui, sobresaliendo por su agilidad el “negro” Ackermann, el “chapaco” Javier que representó a los viejitos de Sucre, mientras el Dr. Julio Zamora brilló bailando uno de los primeros boleros que nos enseñaron “Los Panchos”.
Mi comadre Macacha que pronto cumplirá 50 años no pudo equiparar mi ritmo bailable y al llegar la madrugada del Día del Adulto Mayor me dijo: “Vámonos viejito porque ya estoy agotada y no resisto más mi fatiga, a lo que respondí cantándole:
“Tú ya no soplas como mujer….” Así como los achachis de hoy.
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