DESDE LA TIERRA

Una feria sin fronteras

Una feria sin fronteras

Lupe Cajías.- La nueva versión de la Feria del Libro de La Paz supone la culminación de esfuerzos de larga data y nuevos desafíos para preservarla como la cita librera más importante del país.
Aunque la existencia de ferias para promover el hábito de la lectura tiene una larga historia mundial y varios intentos aislados a nivel nacional, fue la institucionalización de la Feria del Libro de La Paz, en la etapa democrática, la que impulsó en todo el país reuniones similares, de autores, editores, librerías, importadores y público en general.
Durante varios lustros, la iniciativa de la Cámara Departamental del Libro de La Paz mantuvo esa vanguardia y cada agosto se conocían las nuevas propuestas literarias, los estudios más recientes y se presentaban nuevos escritores o se tenía la oportunidad de escuchar a los más consagrados autores nacionales e internacionales. La característica de tener usualmente un país invitado aumentaba ese potencial de acceder a escritos o autores y también a expresiones culturales más amplias.
Sin embargo, como sucede con toda actividad humana, ese impulso comenzó a tropezar con limitaciones, algunas de fondo como la dificultad que tenían los autores independientes de presentarse en la feria; otras de forma pues el mismo éxito de ventas y de asistencia colapsaba locales, pasillos y salones.
Este año, la Cámara Departamental del Libro se propuso superar esos obstáculos. Con el aporte de miembros del Comité de Honor hay espacios para los editores autónomos y para la llegada de autores de provincias que no tienen muchas ocasiones para difundir sus obras. En las orillas del país también se publican poemarios, libros para niños, obras costumbristas, historias locales.
La Feria “sin fronteras” da la bienvenida y auspicia a esas personas para que el gran público paceño las lea y para que los ciudadanos urbanos miren más allá de la Plaza Murillo, ahí donde el país siente la patria, el territorio y sus gentes, de forma pluri multi. El homenaje al suplemento cultural “El Duende” del matutino orureño “La Patria”, que dirige el patricio y gestor cultural Luis Urquieta, es una muestra de esa línea de abrir los brazos a los bolivianos que en cada rincón nacional promueven la lectura. El público de la sede gubernamental aprenderá lo mucho que desde Oruro se hace para la narrativa.
Por otra parte, es un gran salto, a pesar de tantos obstáculos, abrir la Feria en la futura sede de convenciones de la ciudad. Finalmente, La Paz podrá contar con un local ferial moderno y amplio. ¡Qué bueno challarlo con libros!