NIDO. Una paloma depositó sus huevos en uno de los desagües del templo San Francisco.

CUALQUIER RESQUICIO SE USA COMO NIDO

No hallan modo de echar a palomas de edificaciones

Luis Alberto Guevara

Los administradores de edificios comerciales y patrimoniales de la ciudad no encuentran modos para deshacerse o espantar a las palomas, que en cada resquicio tienen un lugar apto para dormir, procrear y permanecer indefinidamente.
En un recorrido que hizo este diario por el Mercado Central, el templo San Francisco y la Casa de la Libertad evidenció que las palomas suelen permanecer agrupadas en ventanas, entretechos, cubiertas y en cualquier agujero, donde su defecación se vuelve una masa sucia, peligrosa para la salud de las personas, afeando el patrimonio arquitectónico.
En los techos de los edificios públicos y privados del centro de la ciudad hay miles de palomas, cuya población crece descontroladamente, según la oficina de Zoonosis de la Alcaldía de Sucre, y que están dañando el patrimonio arquitectónico irreversiblemente, según el director de la Escuela Taller Sucre, Domingo Izquierdo.
En el Mercado Central, las palomas conviven con las vendedoras de algunos sectores y no es raro observar a estas aves descansando en el puesto de venta, mientras la comerciante desarrolla sus labores habituales.
Asimismo, se observó que en algunos sectores de los encadenados de los techos las chorreras de excremento están claramente marcadas, mientras que en otros sectores no hay nada de eso porque todo está debidamente sellado.
A simple vista se nota que si esos huecos serían debidamente sellados no habría posibilidad de que las palomas se asienten en esos sectores y defequen indiscriminadamente.
La administradora de ese centro de abasto, Cinthia Michel, dijo que por ahora no tiene previsto realizar mejoras en esos sectores ante la falta de presupuesto, aunque esperan realizar un trabajo conjunto con Zoonosis de la Alcaldía para evitar el crecimiento de la población de palomas extrayendo los huevos de los nidales, dando alimento con esterilizantes y colocando repelentes para espantar a las aves.


EN LA CASA DE LA LIBERTAD
En la Casa de la Libertad las palomas tienen su propio hábitat y por más esfuerzo que hacen los trabajadores por espantarlas no lo logran. Eduardo Ortega, empleado, contó que en algunas oportunidades utilizaron cohetillos para alejarlas, pero después de unos minutos vuelven como si no hubiese pasado nada.
En ese inmueble histórico, las ventanas y algunos sectores de los techos son ideales para que permanezcan en grupo durante el día y la noche.


TEMPLO SAN FRANCISCO
En el templo San Francisco las palomas están causando serios daños, mucho más en la parte del techo que da hacia el cuartel San Francisco por donde se nota que hay filtraciones de la cubierta, por la acumulación de excrementos y restos de las aves.
Marcelo, un joven que trabaja en la parroquia, contó que hay lugares donde no pueden abrir las ventanas para ventilar los ambientes porque las palomas se introducen inmediatamente.
En Zoonosis de la Alcaldía se dijo que se están extrayendo huevos de los nidales que se colocaron en el techo del Mercado Central y se les está dando alimento esterilizante, para evitar que la población de palomas aumente.

Apuntes

Zoonosis de la Alcaldía de Sucre, estima que en el centro de la ciudad hay unas 5.000 palomas.
Se extraen huevos y se da alimento esterilizado para controlar el crecimiento de la población de palomas.
El orín y excremento de las aves contiene ácido úrico fuerte que está dañando las edificaciones.
Para las palomas, cualquier resquicio en los techos es propicio para instalar sus nidos y procrear.
La gente no encuentra modos para espantar definitivamente a las palomas.