RATIO IURIS
Dictadura del pensamiento
Dictadura del pensamiento
Cayo Salinas.- Son los reg�menes que acumulan poder y trabajan en procura de detentarlo el mayor tiempo posible, imponiendo ideolog�a e ideas sobre la base de una estrategia de fuerza donde se pretende eliminar todo lo que sea contrario a lo que se busca imponer, los que lideran esta corriente. Son espacios de poder acopiados bajo el concepto de hegemon�a y su referente estrategia, donde lo que se busca es la construcci�n �dentro de esos espacios� del sujeto revolucionario con ese fuerte componente gramsciano. Son �stos �los reg�menes� los que se articulan en procura de insertar un patr�n de comportamiento que les permita afincar lo que Francisco acaba de denominar como �la dictadura del pensamiento �nico�.
Hegemonizar al calor de una estrategia envolvente que considere la dominaci�n y el uso de la fuerza y amedrentamiento �no necesariamente corporal� como pilares de los espacios de construcci�n de ese hombre revolucionario, es lo que ha terminado por gestar a gobiernos de tinte fascista como el venezolano o nicarag�ense, por ejemplo.
Quienes abanderan esos procesos son aquellos que abrazan la idea del pensamiento �nico, y a trav�s de aquel, el empoderamiento de un caudillo y de un discurso. No es aceptable, bajo esa l�nea, recurrir a la alternabilidad y menos a la posibilidad del di�logo. Imprime, con todo rigor, el gobierno de un modo de pensar �nico, que no admite contrarios ni diversos, y que busca hegemon�a a trav�s de la dictadura del pensamiento. Para ello, bien vale recurrir a los instrumentos institucionales del Estado, a aquellos que en su momento sirvieron para el fin supremo de preservar y fortalecer la democracia, y que son utilizados �bajo esa perspectiva� para imponer un modelo de pensamiento, que a decir de Francisco, es un pensamiento cerrado, no abierto al di�logo, ni a la posibilidad de que haya algo m�s. Es �dijo� una idolatr�a del pensamiento propio. Y no hay por d�nde extraviarse, ha sido tambi�n la idolatr�a la causa de episodios fatales en la historia de la humanidad, que encumbraron y mantuvieron luego en el poder, a personajes capaces de imponer la dictadura del pensamiento y asesinar en masa a rusos (Stalin) o jud�os (Hitler).
La historia nos ense��, por tanto, que la advertencia que hoy lanza al mundo el Papa, tiene una raz�n de ser coyuntural cuya lectura no debe quedar simplemente en una advertencia fruto de una homil�a. Las nuevas formas de dictadura en el mundo �matan la libertad de los pueblos, de las personas y de las conciencias�. Y es precisamente ahora que debe asumirse el reto de hacer frente ideol�gicamente a este modelo de imposici�n que crea escenarios ficticios, donde se vende prosperidad, desarrollo y crecimiento, y donde incluso se encarnan seres humanos en pajaritos a prop�sito de persistir con la implementaci�n del �pensamiento �nico�. Esa lucha debe ser con ideas y con la socializaci�n del pensamiento que abraza un modelo abierto de respeto de derechos civiles y pol�ticos, donde lo que prime sea el gobierno de las leyes y no el capricho o voluntad del caudillo y su nomenclatura.
No existe, por tanto, posibilidad alguna de cohabitaci�n con procesos regresivos que tienen como objetivo final la consolidaci�n de ese tipo de dictadura, que puede no llevarse por delante vidas humanas, pero s� presos de conciencia. Y es que al final, as� lo creo, como lo anot� Vergniaud en su alegato de defensa, �es de temer que la revoluci�n, como Saturno, acabar� devorando a sus hijos�, y a�ado yo, con ella, la dictadura reclamada por Francisco.
|