San Lorenzo hizo el reconocimiento del campo de juego anoche, en Asunción.
Nacional y San Lorenzo, en una final histórica
Nacional y San Lorenzo, en una final histórica
Asunción / EFE
El Nacional paraguayo y el San Lorenzo argentino agotan la cuenta atrás del encuentro que hoy, miércoles, mantendrán en Asunción y que hará historia en la centenaria trayectoria de ambos clubes, que nunca lograron una Copa Libertadores y que ahora saborean ese sueño en el partido de ida.
Nacional saldrá al estadio Defensores del Chaco con la importante ausencia del volante Marco Riveros, que no jugará por acumulación de tarjetas amarillas, una sanción que había sido recurrida por Nacional ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y rechazada después por el organismo.
Aunque no está confirmado quién reemplazará a Riveros, uno de los hombres clave en el anterior partido de Libertadores contra el Defensor uruguayo, al que apeó de las semifinales, una de las opciones manejadas por el técnico Gustavo Morínigo es que sea sustituido por Fredy Bareiro.
De esa manera, Bareiro se complementaría en el centro del campo con Brian Montenegro, que ejercería de volante izquierdo y que está completamente recuperado de las molestias en el tobillo que habían hecho peligrar su participación.
Entre los aficionados y medios de comunicación paraguayos la primera parte de la Libertadores se vive con gran expectación. De hechos se vendieron las 32.000 entradas, de las cuales 4.000 fueron adquiridas por seguidores del San Lorenzo.
Los argentinos, que llegaron el lunes a Asunción, tienen previsto reconocer el campo a dos horas de iniciarse el encuentro, cuando se espera que su técnico, Edgardo Bauza, tenga amarrada la alineación.
Una de sus decisiones pasaría por determinar el regreso de Julio Buffarini en lugar de Gonzalo Prósperi, así como el ingreso de Fabricio Fontanini por Mauro Cetto, que sufre una contractura, también en la última línea.
A esas incorporaciones se añadiría la del goleador Mauro Matos, quien retornaría al equipo titular por Nicolás Blandi, que ocupó la ofensiva en el partido ante Bolívar en La Paz.
En cualquier caso, ambos equipos son conscientes de encontrarse ante un hito histórico, como ya observó el lunes el arquero de Nacional, el argentino Ignacio Don, cuando manifestó a un canal de televisión: “Es el partido de nuestras vidas”.
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