SURAZO
Bolivia, el proceso
Bolivia, el proceso
Juan José Toro Montoya.- Bolivia es el resultado de un proceso histórico que comenzó con los primeros contactos entre los pueblos de las tierras altas y bajas. El desafío de los historiadores es determinar, o por lo menos aproximarse, al periodo en que esos contactos ocurrieron.
Además de los escritos de los cronistas, muchos documentos coloniales hacen referencia a esos contactos. Por ejemplo, en una relación que el padre Diego Felipe de Alcaya le hace al virrey Juan de Mendoza y Luna se lee que “el Inca del Cusco envió a su sobrino Mango Ynga, segundo de este nombre a la conquista de los Chuncos, gente caribe que tienen ocupadas todas las faldas del Cuzco, Chuquiago y Cochabamba, el cual entró con 8.000 indios en armas, llevando consigo a un hijo suyo. Y con próspero suceso llegó a los llanos de esa cordillera, que viene a ser toda una con la de Santa Cruz de la Sierra”. “Chuncos” es una clara referencia a “Chunchos”, nombre con que se conocía a varios grupos Tacana que habitaban entre los ríos Beni y Madre de Dios.
La mayoría de las relaciones o exposiciones de un hecho que se hacían a las autoridades coloniales eran de tiempos próximos a la llegada de los españoles.
Más antigua y conocida es la versión de Inca Garcilaso de la Vega que en el capítulo XIV de sus “Comentarios Reales” describe un encuentro entre andinos y amazónicos señalando que “con estas cosas se admiraron tanto los Musus, que holgaron de recibir la amistad de los Incas y de abrazar su idolatría, sus leyes y costumbres, porque les parecían buenas, y que prometían gobernarse por ellas y adorar al Sol por su principal Dios”. “Musu” era una españolización de “musuq”, voz quechua que quiere decir “nuevo” ya que los andinos llamaban “musuq runa” (gente nueva) a los amazónicos debido a que recién los estaban conociendo. De Musuq deriva Moxos. En esta parte de la obra de Garcilaso incluso se puede encontrar una referencia explícita del mestizaje entre pueblos de tierras altas y bajas: “Debajo de esta amistad dejaron los Musus a los Incas poblar en la tierra, que eran poco más de mil cuando llegaron a ella; porque con las guerras y largos caminos se habían gastado los demás, y los Musus les dieron sus hijas por mujeres y holgaron con su parentesco…”
Pero no es la referencia más antigua que existe.
En su “Nueva Crónica y Buen Gobierno”, Felipe Guamán Poma de Ayala habla de la conquista de los chunchos por parte de Inca Roca y su hijo. “Y dizen que en los Chunchos tiene hijos y casta deste dicho Ynga porque más del año rrecidía allá”, escribió.
Como se ve, Bolivia no emerge el 6 de Agosto de 1825 como resultado de la Guerra de la Independencia, ni siquiera por efecto de la división política que tuvo primero como Kollasuyo y luego como Real Audiencia de Charcas, sino que es la consecuencia de procesos históricos y sociales que también se encargaron de forjar nuestra nacionalidad.
Es una pena que, en medio de esos procesos, hayan surgido personas —hoy les llamaríamos políticos— que los contaminaron torciendo su natural desarrollo. Pero eso es otra historia.
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