EDITORIAL
Una Canciller�a del pasado
Una Canciller�a del pasado
En aras del objetivo mayor y central del pa�s, se debe evitar caer en circunstanciales trampas. Es decir, debemos respetar la decisi�n de no polemizar sobre el tema mar�timo
La actuaci�n del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile deja perplejos a quienes mantienen la esperanza en que ese pa�s y Bolivia puedan, con voluntad pol�tica y visi�n de futuro, construir una relaci�n de amistad de mutuo beneficio porque son m�s los temas que los unen que los que los separan.
El gran escollo es, como se sabe, nuestra demanda de tener un acceso libre y soberano al oc�ano Pacifico, demanda m�s que centenaria y que no ha tenido hasta ahora una condigna respuesta de Chile, cuyas autoridades no se convencen, pese a todas las pruebas dadas, de que mientras viva un boliviano �ste enarbolar� esa reivindicaci�n, como han se�alado en forma reiterada la mayor�a de los gobernantes que han pasado por el Palacio Quemado.
El pa�s ha hecho una serie de propuestas de soluci�n en negociaciones que, al margen del nivel en que se realizaron, terminaron en nuevas frustraciones generalmente debido a tres factores: la obcecaci�n de la conservadora diplomacia chilena, que es la fundamental causa de los fracasos; la injerencia peruana y nuestros propios errores.
Sobre la base de algunos datos objetivos surgieron esperanzas en que con el retorno al poder de la Presidenta Bachelet las relaciones entre ambas naciones podr�an mejorar en forma paralela al proceso de La Haya. A menos de un a�o de ese hecho, se puede afirmar que aqu�llas fueron vanas. Inexplicablemente, en la Canciller�a chilena se ha instalado una burocracia autoritaria e inescrupulosa que recibe, incluso, fuertes cr�ticas internas.
Pese a ello, el Gobierno boliviano debe extremar esfuerzos para recuperar espacio de di�logo permanente pues son m�ltiples los temas de mutuo inter�s como pa�ses vecinos que somos. De ah� que puede interpretarse como un signo de madurez el viaje del vicecanciller a Santiago para estar presente en la inauguraci�n de unas jornadas culturales que buscan que ambos pueblos se reconozcan y conozcan mejor, oportunidad que aprovech� para afirmar p�blicamente que el pa�s est� interesado en reimpulsar la agenda de 13 puntos fijada por ambos gobiernos durante los primeros mandatos de Evo Morales y Michelle Bachelet.
Al parecer esta propuesta ha vuelto a desmarcar al Canciller chileno, que si bien ha se�alado que su pa�s es el m�s interesado en abrir esas negociaciones y hacer algunas presuntas precisiones sobre el estado del proceso en La Haya, mantiene la pol�tica de difundir falsedades en forma recurrente sobre, precisamente, esa demanda, como se pude apreciar en un art�culo publicado por el peri�dico espa�ol El Pa�s.
Peor, en aras del objetivo mayor y central del pa�s se debe evitar caer en circunstanciales trampas. Es decir, debemos respetar la decisi�n de no polemizar internamente sobre este tema, evitar el uso pol�tico o personal por parte de algunas autoridades que no tienen responsabilidad directa sobre �ste, otorgando a la Canciller�a el sitial que debe ocupar en este proceso, e ir rectificando en el campo internacional y con la debida precauci�n y ponderaci�n, las falsedades que el Canciller chileno difunde sobre nuestro enclaustramiento y la demanda interpuesta por el pa�s ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya. (Reedici�n)
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