Sobre las cooperativas de ahorro y crédito
Sobre las cooperativas de ahorro y crédito
Gustavo Angelo Zabaleta.- La Ley General de Cooperativas define a una cooperativa como una asociación sin fines de lucro, de personas naturales y/o jurídicas que se asocian voluntariamente, constituyendo cooperativas, fundadas en el trabajo solidario y de cooperación, entendiéndose por ello que tienen un rol social que debe satisfacer las necesidades de sus socios. Por otro lado, la Constitución Política del Estado, en su artículo 310, reconoce y protege las cooperativas como formas de trabajo solidario y de cooperación, sin fines de lucro.
En el caso de las cooperativas de ahorro y crédito, la ley de servicios financieros las reconoce como entidades financieras privadas; es decir que deben competir con la banca privada en igualdad de condiciones con los bancos de capital privado.
El decreto supremo N° 1842 establece los niveles mínimos de cartera que los bancos deben cumplir, no obstante se exceptúa a las cooperativas porque ello significaría una gran limitante para esta clase de instituciones. Asimismo, los bancos deben mantener un nivel mínimo del 60% del total de su cartera, entre créditos destinados al sector productivo y créditos de vivienda de interés social.
Las cooperativas de ahorro y crédito sentirán el impacto de tener que competir en la banca privada de aquí a cinco años aproximadamente, de acuerdo con las reglas de la oferta y la demanda. A su vez, los bancos se sentirán presionados porque deberán cumplir sus metas de mantener el 60% de su cartera en créditos de vivienda social y créditos productivos, que ello implica otorgar créditos a una tasa del 5.5% a 6.5% para vivienda social y 7% a 11.5% para créditos productivos.
Bajo estas condiciones deben desplegar gran parte de sus esfuerzos con el fin de alcanzar la mayor cantidad posible de los clientes potenciales. Una de las estrategias en tal sentido podría ser la compra de la cartera de los socios de las cooperativas que mantienen créditos de vivienda y créditos productivos. De esa manera, las cooperativas empezarán a bajar el nivel de sus utilidades.
Es en este marco que el sector cooperativo tiene que trabajar intensamente para que existan políticas de Estado y no del gobierno de turno que impulsen el desarrollo del sector de la economía social. Asimismo, deberán buscar su propio mercado para subsistir de aquí en adelante, sabiendo que su esencia se ha perdido en la actualidad, porque la nueva ley financiera reconoce a una cooperativa como entidad financiera privada.
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