EDITORIAL
Una lección que no debemos olvidar
Un día como hoy, hace 34 años, el 17 de julio de 1980, fue también jueves. Fue una jornada que, a pesar del tiempo transcurrido, no puede ni debe ser olvidada pues fue una de las más funestas de nuestra historia republicana. Ese día, los peores factores que intervienen en la vida nacional confluyeron en un solo acto. La estrechez de miras de los sectores más conservadores y reaccionarios de la sociedad boliviana, las organizaciones mafiosas pioneras en el negocio del narcotráfico, los afanes hegemónicos de militares inspirados en la dictadura argentina y sus métodos, y el servilismo de algunos políticos civiles que en su afán de ascender al poder perdieron todo escrúpulo, se unieron para asestar un feroz golpe de Estado contra la naciente democracia...