COLUMNA VERTEBRAL
Las perversiones de la polarización
Carlos D. Mesa Gisbert.- Uno de los éxitos incuestionables de quienes gobiernan generando fuertes pasiones a favor o en contra, es la aniquilación de un espacio plural para el debate. Quien ejerce el poder sin contemplaciones y rompe muchas reglas del juego democrático, cuya esencia es la circulación libre de ideas y el respeto por aquel que discrepa, crítica, fiscaliza o denuncia, acaba envenenado al contrincante, lo convence de que no hay posibilidad alguna de modificar el estado de cosas vigente. Por ello, sólo es posible usar las mismas armas: intolerancia, radicalismo, descalificación y sobre todo no reconocimiento de un solo hecho sujeto de elogio o aplauso...