RAÍCES Y ANTENAS
Yachay, compañero manta
Las luminosas trompetas del proceso de cambio anuncian la gran novedad. Ya no es la época de las nacionalizaciones, ahora es el tiempo de la industrialización de los hidrocarburos y los minerales. Con un pequeño retraso de un par de siglos, se pregona la llegada de la primera revolución industrial. Cuando las economías más interesantes en el mundo entran a la era del conocimiento, por estos paisajes de Dios se busca agregar valor al estaño, la plata y el gas natural. Las fundiciones, los fierros y las grandes obras del nacionalismo desarrollista encandilan con sus luces de progreso. Un satélite que, dizque ciego, produce cataratas de llanto y emociones a raudales. Un teleférico es denominado el Pegasus andino, el caballo volador, y, por supuesto, hace avergonzar al tren de 1800, que era llamado el caballo de hierro por los originarios norteamericanos. Una planta separadora de líquidos arranca odas y poesías a la modernidad...