TAL COMO LO VEO
La cultura del ocio
Waldo Peña Cazas.- Aún en medio de la miseria, algunos bolivianos acumulan bastante dinero, unos con el sudor de la frente, otros gracias a la Diosa Fortuna y los más con ofrendas a la Diosa Blanca o robando al Estado. Así, poco a poco conforman una nueva clase emergente, con estatus distinto al de sus ancestros.: pero, aunque la economía se lo permite, no cambian sus rústicos usos y sus groseros gustos ni siquiera en la segunda generación, pues el poder no da el gusto necesario para usar bien el dinero. En el mejor de los casos, compran un chalet, dos o tres vehículos y pasan vacaciones en Miami, sin invertir su dinero en el ocio creativo, formativo y cultural. Sufren en el trabajo y bailar rock es el máximo refinamiento a que pueden llegar en sus momentos de ocio...